Castrelos se encendió gracias a la Virgen de la Candelaria. Más de un centenar de vecinos de la parroquia desafiaron a la lluvia y al frío para celebrar la romería de su patrona. Los fieles abarrotaron la Iglesia de Santa María, que todavía celebra sus 800 años y que contó con la presencia del obispo de la diócesis Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, que presidió la misa mayor de la jornada.

Las campanas comenzaron a repicar a las ocho de la mañana, cuando se celebró la primera ceremonia en el templo. Durante toda la jornada, una banda de gaitas y una charanga amenizaron la estancia de los presentes, que pudieron degustar todo tipo de comidas en los distintos puestos situados en la zona.

Para muchos, el homenaje a la Virgen de la Candelaria es el día más importante de la parroquia y nunca faltan a la cita de cada mes de febrero. "Llevo viniendo desde hace 50 años y siempre lo hago con la misma emoción que el primer día. Para mí es la mejor cita que hay en Castrelos y debemos protegerla para que se mantenga en el tiempo", señala Salud Castro, vecina de la zona y que el año pasado recibió el premio a la 'abuela' de la parroquia. Junto a ella estaba su hijo Jorge Groba, que puso en valor la celebración por ser una fiesta "única" y "especial" en el entorno.

No solo los vecinos se quisieron acercar hasta las inmediaciones de la iglesia para disfrutar de la jornada festiva. Manuel Mujía llegó procedente de Cantabria y todavía con la mochila a la espalda quiso rendir su particular ofrenda la Candelaria. "Esta celebración es fantástica porque conserva la tradición y se puede ver como atrae a gente de todas las edades que sienten la misma devoción por su patrona", comenta el cántabro, quien añade que "seguro que vuelvo en otra ocasión porque me encanta".

Pese a que las misas de los niños estaban previstas para la tarde, muchos padres quisieron que sus pequeños vieran la ceremonia principal con el obispo. "Ella ya tuvo el año pasado su bendición pero me hacía especial ilusión que estuviera en el acto central", indica Luciano Abalde.

La Candelaria es, sobre todo, un día familiar, y si no que se lo digan a los Comesaña. Isabel, su hermano Elías y su hija Maricarmen no se pierden ninguna romería en la Iglesia de Santa María. "Venimos desde que éramos unos críos y es un día que nos encanta vivirlo en familia", indican.

La presencia de la lluvia imposibilitó que en esta ocasión las cinco figuras religiosas saliesen en procesión por los alrededores del templo. "Es una pena, pero estamos en invierno y es algo con lo que teníamos que contar", señala Abalde.

Lo que sí tuvo lugar fue el reconocimiento al 'abuelo y abuela' de la parroquia, distinciones que recayeron en Julio Araujo y Olivia Fernández. El alcalde, Abel Caballero y la portavoz del PP de Vigo, Elena Muñoz, entregaron las condecoraciones en un acto al que también asistieron el delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López Chaves y los concejales Ana Laura Iglesias, Ángel Rivas y Miguel Fidalgo.