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El Concello retira en tres meses 58 coches abandonados en la calle para su desguace

Las posibles denuncias de los propietarios impiden una mayor celeridad en los trabajos de limpieza - Los agentes hacen un seguimiento de los turismos durante doce semanas

Todoterreno marcado y que lleva meses estacionado en Travesía de Vigo. // R. Grobas

El Concello retiró durante el último trimestre del año 58 vehículos abandonados de las calles de la ciudad, uno cada dos días. En Vigo hay más de 300 turismos con apariencia de que sus propietarios no planean volver a utilizarlos de nuevo y es el gobierno municipal, con la ayuda de la Policía Local, el encargado de llevárselos de los lugares en los que están estacionados. A mayores, en los primeros 15 días del año los operarios municipales retiraron cinco automóviles que consideraron abandonados.

Desde el 13 de septiembre, fecha en la que los operarios comenzaron la limpieza de coches tras los meses de verano, el goteo en el depósito municipal ha sido constante. Hubo jornadas en las que la grúa retiró hasta tres vehículos que permitían liberar otras tantas plazas de aparcamiento, alguna en emplazamientos tan codiciados como la Avenida de Martínez Garrido o las calles Pino y Barcelona, donde habitualmente estacionar es misión imposible.

Retirar estos turismos es una tarea compleja. No en todos los casos es sencillo determinar que un coche se encuentra abandonado. El Ayuntamiento, para evitar denuncias como la recibida en 2010, cuando tuvieron que indemnizar a la dueña de un automóvil que enviaron al desguace por error, busca cerciorarse de que los coches están en desuso.

Para que un vehículo pueda ser considerado como residuo debe permanecer un mes estacionado en el mismo lugar y además presentar daños que imposibiliten su circulación, según indica la Ley sobre Tráfico y Circulación y Seguridad Vial. Además, la Ordenanza Municipal de Circulación prohibe que un turismo esté aparcado en el mismo sitio durante más de 24 horas. Fuentes municipales señalan que esta normativa no se aplica ni se aplicará, pero sirve como salvoconducto ante posibles represalias de los propietarios de los coches retirados.

El Ayuntamiento deja transcurrir un tiempo prudencial -en torno a los tres meses- para enviar una grúa a que se lleve al vehículo abandonado hasta el depósito donde, después de unas semanas y si no son reclamados, son tratados como residuos sólidos urbanos, es decir: chatarra.

Es la Policía Local la que se encarga de localizar este tipo de automóviles y marcarlos para hacerles un seguimiento durante doce semanas. Si en ese periodo de tiempo nadie lo ha movido se retira de las calles.

No es habitual que una vez que los vehículos entran en las instalaciones del desguace sus dueños acudan hasta allí para reclamar su devolución. De los 58 casos del último trimestre de 2016, tan solo dos fueron recuperados por sus propietarios, que tuvieron que abonar la correspondiente multa derivada del servicio de grúa.

El espacio en el depósito es el que marca el volumen de retirada de coches de las calles de la urbe olívica. Si las instalaciones permiten la llegada de nuevos automóviles, la grúa funciona semanalmente, mientras que si son retirados con más lentitud, los turismos abandonados dormirán más tiempo a la intemperie.

El programa puesto en marcha por el Ayuntamiento en 2012 para limpiar la ciudad de este tipo de vehículos está surtiendo efecto. Durante el primer ejercicio se recogieron más de 300 turismos, cifra que ha bajado considerablemente durante 2016 pese a las limitaciones con las que cuentan en el Concello para evitar multar de los propietarios de los automóviles.

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