La instalación del último tramo del emisario submarino de la nueva depuradora del Lagares arrancó ayer a 500 metros de la playa de Samil. Esta sección de tubería de 439 metros de largo y dos de diámetro exterior portará en sus 335 metros finales las 62 boquillas difusoras que desaguarán a la ría las aguas tratadas en Coruxo. Esta planta entrará en funcionamiento en fase de pruebas el próximo febrero, según la última previsión de la sociedad estatal Acuaes.

El último tramo de los 2.317 metros que suman la conducción plástica sumergida llegó a aguas de Samil remolcado desde Domaio. La operación de fondeo comenzó a primera hora de la tarde con la participación de 13 buzos. El procedimiento es similar al ejecutado con las otras secciones, aunque entraña una mayor complejidad. Por ejemplo, antes se reflotó el tramo anterior para unirlo mediante bridas con el último -el VIII- para una vez comprobada su estanqueidad volver a hundirlo muy lentamente evitando que un giro del tubo acabase con las cabezas difusoras inclinadas.

Desde la sociedad estatal promotora estimaban que el hundimiento de la tubería no se completaría hasta la noche. Con todo, a continuación se acometerán otros trabajos sobre la tubería, como la instalación de los lastres -"36 yugos de hormigón de 10 toneladas de peso"- que la sujetarán al lecho marino; de piezas para los 62 difusores; y de 70 elementos de protección en el entorno de la conducción para evitar enganches por redes.

Como el grueso de la actuación se lleva a cabo en profundidades de 35 a 40 metros, el tiempo de permanencia máxima en el fondo de cada buzo ronda los 20 minutos. Así que ejecución completa del emisario no se espera que esté lista hasta dentro de 10 días.