Más de un centenar de personas acudieron ayer a la iglesia parroquial del Cristo de la Victoria para arropar a Diego Lores en el inicio del encierro de 48 horas convocado como protesta por el juicio al que se enfrentará mañana, martes, acusado de agredir supuestamente a un policía durante los altercados de 2014 con motivo de la instalación del barco "Alfageme" en Coia. El cierre solidario, organizado por la Asamblea Aberta de Coia, comenzó con una rueda de prensa en la que además de agradecer el apoyo recibido,tanto Diego Lores como el párroco Juan Torrón apelaron a la Policía para que retire la acusación particular por la que el activista se enfrenta a una petición de condena de 3,5 años de cárcel y una multa de 30.356 euros. "Que piense en lo que está haciendo, si se siente arropado por los que lo llevaron a esta situación como me siento yo arropado por toda esta gente", dijo Diego, que dijo afrontar el inminente juicio con "ánimos y buenas perspectivas".