Povisa ingresó en febrero de 2013 en el exclusivo grupo de centros avalados por la Joint Commission Internacional, una organización estadounidense no gubernamental, independiente y sin ánimo de lucro, considerada la más prestigiosa a nivel internacional en calidad asistencial. Fue el primero de los gallegos en lograrlo. En mayo del año pasado, revalidó esta certificación, por un período de tres años. El hospital concertado recibió ayer este reconocimiento en el Palau de la Música de Barcelona.

Al acto, en el que también participaron representantes de los otros nueve hospitales españoles que cuentan con este reconocimiento, acudieron el consejero delegado de Povisa, José Bernardo Silveira, y la directora de Calidad y Enfermería, María Antonia Muñoz.

Para lograr esta reacreditación, se realizaron más de 300 reuniones de las que emanaron nuevas normas, protocolos y guías de actuación en aspectos tan variados como la seguridad, la calidad, el manejo y uso de medicamentos, la evaluación de los pacientes, los derechos del enfermo y su familia y la humanización de todos los procesos asistenciales, entre otros muchos.

Para su ingreso en la Joint Commission International (JCI), el hospital de la calle Salamanca había creado 13 equipos de mejora compuestos por 190 profesionales de todos los departamentos.

Además de la revisión de los estándares de la JCI, en 2016 se introdujeron novedades. Según explicaba Muñoz, los cambios afectaron sobre todo en tres aspectos: cuestiones que eran recomendaciones en 2013, se convirtieron en obligaciones; la exigencia de los más de 3.000 parámetros de medida "ha aumentado mucho"; y se incluyen requisitos en gestión de la información sanitaria con las nuevas tecnologías.

"Cada acto y cada protocolo del hospital se ha sometido a un proceso permanente de exhaustivo análisis y, en su caso, revisión, condición imprescindible para optar a permanecer en el grupo de hospitales acreditados por JCI", destacan desde Povisa.