La climatología respondió y el arenal de Samil se convirtió en el lugar elegido por muchos pequeños para estrenar los juguetes que horas antes les habían dejado Sus Majestades de Oriente. Las pistas de patinaje fueron testigo de las primeras "acrobacias" de los niños y niñas de la ciudad, que abarrotaron las instalaciones del recinto deportivo de la playa, lugar estrella de nuevo un 7 de enero.