Retrasos en vuelos, cancelaciones, pérdidas de maletas o equipaje dañado. Estas incidencias afectan a más de un pasajero que se decanta por el avión como medio de transporte. Ante esta situación, la primera vía a tomar es presentar una reclamación ante la compañía aérea en cuestión. Si ésta no cumple con las indemnizaciones o servicios correspondientes, se puede llevar el caso a vía judicial. El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, sumó un total de 210 demandas en materia de transporte, especialmente registradas contra aerolíneas por demoras en sus vuelos, cancelaciones o daños en el equipaje. Se trata de los pleitos estrella de este tribunal, ya que representan el 40% de los asuntos que entran en la sala. Las demandas formuladas por la SGAE a bares o locales por el pago del canon por el derecho de propiedad intelectual se encuentran en segundo lugar, con más de 120 casos.
Lo habitual es que los litigios contra las aeronaves se resuelvan a favor de los demandantes, muchas veces ya sin celebrarse una vista en virtud de un acuerdo previo entre las partes. Tal y como revelaba la letrada de la Administración de Justicia- nueva denominación de los secretarios judiciales- de la sala viguesa, en 2016 tan solo llegaron a juicio dos casos que se presentaron en el Juzgado de lo Mercantil. Uno de los más llamativos corresponde a la reclamación que interpusieron más de 40 estudiantes en un mismo día. Los jóvenes tenían planeado un vuelo a Irlanda dentro de unas jornadas de intercambio, sin embargo no despegó el día previsto y fue cancelado. En un solo día fueron 40 las demandas presentadas en la sala viguesa.
Otros transportes
Además de reclamaciones contra compañías aéreas, el Juzgado de lo Mercantil también recibió demandas contra el transporte terrestre,fundamentalmente en cuanto al transporte de mercancías. Fueron varios los transportistas que demandaron a empresas por no recibir el pago a sus repartos. También se produjeron dos pleitos por reclamaciones en el retraso de un tren, pero éstos son los menos habituales.
42 entidades entraron en concurso, casi el doble que el año anterior
- Los concurso de acreedores se dispararon durante el 2016 al casi duplicar los que se declararon en 2015. A 26 de diciembre habían entrado en procesos concursales 42 entidades -25 en 2015-, de las que 40 fueron concursos abreviados (donde el pasivo no supera los cinco millones de euros) y tan solo dos fueron ordinarios, la empresa de limpieza Linorsa y el Pazo dos Congresos. De esta cuarenta entidades que se declararon en quiebra, el 90% solicitó abrir directamente la fase de liquidación, y por lo tanto, su extinción. Peluquerías, tiendas de informática e incluso una panadería fueron algunas de las empresas en concurso.
Tres empresarios se declararon en quiebra
- No solo las empresas o entidades pueden declararse en concurso de acreedores. En el Juzgado de lo Mercantil se presentaron tres declaraciones de quiebra por parte de empresarios. Dos de ellos eran madre e hijo que habían actuado como avalistas de la empresa. Una vez quebró la firma, también lo hicieron los dos familiares. Este juzgado no se encarga de tramitar todas las demandas de concursos que no proceden de empresas. Si son personas físicas las que quieren declararse en concurso y no están el frente de ninguna compañía, estas demandas se tramitan en las salas de Primera Instancia.
