El gobierno vigués quiere acelerar al máximo la tramitación del proyecto "EDUSI Vigo Vertical" con la intención de concluir la reforma de Gran Vía antes de que finalice 2018. El Concello ultima con el arquitecto Alfonso Penela el diseño de la rampa mecanizada que permitirá subir desde Urzáiz hasta Plaza de España en apenas dos minutos y medio. Esta misma semana se cerró el modelo definitivo para la cubierta. La opción seleccionada es la más innovadora y pretende dar a los viandantes una continua sensación de movimiento. La estructura acristalada que protegerá de la lluvia o el viento a los usuarios de la cinta transportadora tendrá como pilares unos pentágonos irregulares de distintos colores que darán "nueva vida" a un bulevar ahora mismo en desuso.
GALERÍA | Carmela Silva, Abel Caballero y David Regades, con la maqueta de la Gran Vía. // J. Lores
El Concello cifra en año y medio el plazo de ejecución de la reforma financiada con fondos Feder y quiere sacar el proyecto a concurso en el primer semestre de 2017 para tener tiempo suficiente de publicarlo en los boletines europeos y que puedan arrancar las obras ese mismo año. Se trabajó con diferentes soluciones mecánicas, pero la principal exigencia del alcalde, Abel Caballero, era que el nuevo trazado en rampa discurriese siempre en superficie para evitar crear un túnel o generar cierta sensación de encierro.
Bajo esa premisa se puso a trabajar Alfonso Penela hasta dar con la solución actual mediante cuatro grandes tramos de rampa mecanizada que tendrá su acceso principal en el cruce entre Urzáiz y Gran Vía. El proyecto obliga al Concello a buscar una nueva ubicación para la icónica escultura de Los Rederos diseñada por Ramón Conde. Caballero avanza que el monumento al trabajo se trasladará a "un emplazamiento noble y visible, como se merece" que todavía no está decidido.
La transformación de Gran Vía -que se convertirá en el primer bulevar mecanizado de España- permitirá salvar en menos de tres minutos los 650 metros que discurren entre Urzáiz y la fuente de Los Caballos. La calle tiene una pendiente del 9% y con las soluciones mecanizadas se pretende facilitar la movilidad de los vecinos de una de las áreas más pobladas de la ciudad y dar servicio y buenas conexiones a la Ciudad de la Justicia que está proyectada en el antiguo hospital Xeral.
"Es una de las grandes revoluciones que están pendientes en Vigo y mejorará la calidad de vida de miles de vecinos", valora Caballero sobre un proyecto que desde Praza do Rei se quiere tener listo a finales de 2018 y que se ejecutará gracias a los 15 millones de fondos Feder logrados por Vigo en una convocatoria europea para proyectos de desarrollo sostenible. El Concello inyectará otros 3,7 millones al "EDUSI Vigo Vertical" para extender estas soluciones mecanizadas a otras áreas del municipio como Venezuela, el entorno de la estación de Urzáiz o el Casco Vello.
Pero la actuación estrella que se promoverá con la participación de fondos europeos es la transformación de Gran Vía. Y el segundo de sus puntos fuertes es la creación de una gran plaza pública frente a El Corte Inglés todo a lo ancho de la avenida. Los 55 metros de tramo entre Ecuador y Venezuela se convertirán en un macropaso de peatones elevado y se regularán los semáforos para evitar que queden coches estacionados en esta zona, que se diseña para disfrute de los ciudadanos.
La rampa a la que se accede en la parte más baja de la calle se irá adentrando en el terreno mientras a los lados se dejará vegetación para crear la sensación de caminar en medio de un jardín. Su profundidad alcanzará un máximo de dos metros en los cruces con María Berdiales, Luis Braille, Ecuador o Venezuela, pero la parte superior siempre será acristalada para permitir la entrada de luz natural. En los cruces se elevará la calzada entre medio metro y unos 85 centímetros creando una especie de puente acristalado para que los coches pasen por encima de la cubierta sin afectar a la estructura que discurre por debajo. Las rampas ascenderán en los tramos con edificios y volverán a hundirse en los cruces hasta salir en Plaza de España.
Penela planteó varios diseños para la cubierta, pero se optó por el más colorista para dar vida a un bulevar de 9 metros de ancho que ahora no se utiliza y que permitirá habilitar una cinta para subir cómodamente y una rampa sencilla para descender cómodamente. "Será un espectáculo", destaca la primera teniente de alcalde y responsable de Patrimonio Histórico, Carmela Silva, mientras que el segundo teniente de alcalde y edil de Fomento, David Regades, insiste en el gran cambio que supondrá para la movilidad en la zona. Aclara además que "se permitirá entrar y salir del circuito cada pocos metros para garantizar el acceso a todos los comercios y llevar aún más vida a Gran Vía".
