El Concello de Vigo restaurará y recuperará las placas más antiguas y de relevancia histórica y/o artística de la ciudad que en la actualidad se encuentran deterioradas o a punto de la desaparición. Éste es el caso de la placa de Manuel Olivié situada en el muro al lado de la entrada a la muralla del Castro de Vigo y que se encuentra seriamente dañada hasta el punto de que ya es imperceptible al desprenderse la mayor parte de la placa del muro y perderse por lo que en su lugar tan sólo permanecen las dos últimas letras del apellido del escritor al que rinde homenaje. La placa fue instalada en 1932, al año siguiente de la muerte de Olivié.

Esta insignia es la que se encuentra en peor estado y es la que precisa una intervención más urgente, junto a una de las de la Avenida Sanjurjo Badía donde tanto el anverso como el reverso de la placa se encuentra fragmentada y en algunos puntos casi desprendidas las letras y la ornamentación que rodea al busto del que fue alcalde de Lavadores.

Otro de los distintivos que serán objeto de restauración es otra de las dedicadas a Sanjurjo Badía, en esta ocasión fijada a una fachada. El estado de ésta es aceptable pero el informe encargado por el Concello, que tasa en 9.024 euros euros la reparación de todas ellas, considera que se puede mejorar quitando la gruesa capa de costra de polución adherida al mármo blanco que confiere a la pieza una sensación de abandono.

Las dos placas de la Plaza de Compostela con García Olloqui y Concepción Arenal también serán objeto de mejora ya que cuentan con piezas sueltas de las que algunas incluso se han perdido. Esta actuación, que se acometerá de inmediato, continuará la labor iniciada con la recuperación de la placa de López Mora, restaurada tras la demolición del edificio en el que se encontraba.