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"Hoy tengo una oferta, pero seguiré peleando por mi plan para el Celta"

El presidente aseguró que "ahora sí hay una oferta en firme de compra" y que podría firmar "hoy mismo"

El público asistente a la conferencia del presidente del Celta. // José Lores

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, admitió ayer que tiene en su poder una "oferta en firme" de compra del club por parte de un holding chino que no todavía no había recibido al inicio de su campaña. "A día de hoy puedo decir que ya tengo en mi poder una oferta para firmar, recoger el talón e irme pero voy a seguir peleando por un proyecto de futuro para que el Celta crezca", dijo ante las personas que acudieron al Club Faro. Entre el público también se encontraban su mujer, Gely Terrazo, su hija Marian y uno de sus nietos, a quienes Mouriño no ve en el club. "Sí veo a un hijo mío dándole continuidad al Celta pero no a un nieto porque no le veo futuro. No se lo veo por dónde vamos, con equipos de quita y pon", dijo.

Rechazar la venta del equipo, reiteró Mouriño, "no es económicamente la mejor opción ni lo más cómodo pero voy a seguir en esta pelea y si no lo consigo decidiré qué hacer", aseveró para insistir en que "vender es la opción más fácil". También, admitió, es lo que querría su familia, -"me dice que firme un papel, coja el dinero y me vaya"- pero él afirma que seguirá luchando para comprar Balaídos o hacer un nuevo campo en otro sitio, las dos opciones que permitirían "dar músculo económico al Celta para evitar que se mueva". "Como ya he dicho, si hay proyecto, habrá Mouriño, y si no lo hay no habrá", manifestó el presidente del Celta, que preguntado al respecto de si había un plazo de tiempo concreto para el "arraigo" o vender contestó con un "no lo sé". También precisó que el holding chino puede retirar en cualquier momento su oferta. "Pueden estar negociando con otros equipos, se compran equipos todos los días", dijo para añadir que, tras esa oferta, "pueden pasar uno o cuatro años en que llegue otra o puede ser que saquemos nosotros el club a la venta".

Durante un acto que duró hora y media, el empresario quiso aclarar que en el Celta "jamás hemos hecho ningún intento de venta real" pero que las ofertas -en plural- llegaron ante la buena situación económica y deportiva del club. "Eso hizo que mucha gente se fijara", explicó Mouriño, que matizó que no existe un aval para la compra si no que el comprador ha justificado que tiene el dinero para hacer la operación. Desde el comienzo de su gira para pedir el "arraigo" del equipo, el presidente del Celta siempre ha hablado hipotéticamente de "que sean los 100 millones que dicen que valen mis acciones".

Al respecto de la primera posibilidad que plantea Mouriño, la de que el Celta adquiera el estadio municipal de Balaídos, sostiene que sería una opción viable y beneficiosa para la ciudad que, recordó, está gastando 30 millones de euros en la reforma y otro medio millon anual en su mantenimiento. Sería posible a través de una subasta pública, aseveró, porque el Concello "puede separlarlo de sus bienes, hay un informe que lo dice".

Esa hipotética compra fue rechazada de plano por Abel Caballero, que remarca que "el estadio no está en venta". Según Mouriño, con ella podría mejorar la reforma que se está haciendo porque "volveremos a hacerlo viejo en pocos años si no le damos las comodidades de un estadio moderno". Entre esas comodidades, citó, está el aparcamiento o zonas comerciales. "Que paren las obras, les pagamos lo que han hecho y las terminamos nosotros o si no que terminen las obras pero nos permitan hacer modificaciones", propuso.

Así, señala que aunque el aparcamiento se contempla en el proyecto de reforma, al club le han transmitido que no se hará, algo que Mouriño achaca al hecho de que Zona Franca no participe como inicialmente se planteó.

Además, rechazó de plano la posibilidad de que el Celta hiciese el estacionamiento en el estadio siendo éste municipal y también criticó el anuncio de que se pueda financiar la grada de Gol con bajos comerciales. "No se han leído el convenio, es el Celta el que tiene el aprovechamiento", afirmó.

Ese aprovechamiento permitiría al Celta obtener ingresos con los que competir con otros equipos similares como el Deportivo, por ejemplo, que tan solo en los palcos y los abonos obtiene 4 millones al año más que el club celeste. "Tenemos que ser imaginativos para ver de dónde sacamos ingresos para acortar esas diferencias", indicó.

La opción alternativa a la compra del estadio es, subrayó, que le permitan hacer uno nuevo también en Vigo, para lo que demandó un "permiso". "Que nos digan dónde podemos hacerlo", pidió Mouriño, que remarcó que hay dos vías que permitirían llevarlo a cabo, ya siendo con la declaración de supramunicipalidad del proyecto o con la ley exprés de la Xunta.

"¿No se merece el Celta un permiso? Si no lo merecemos es porque o no nos quieren en Vigo o no quieren que el Celta crezca", remarcó.

Afirma que tiene dos ofrecimientos para hacer el estadio en otros municipios

  • Como ha reiterado en cada intervención a lo largo de su gira -hoy la cita es en el Club Náutico, a las 10 horas-, la primera opción de Mouriño para hacer un nuevo estadio es Vigo, pero si no llega hay otras alternativas. "Recibimos dos ofrecimientos muy serios de dos sitios diferentes", dijo sin precisar de qué municipios se trata aunque él siempre habló de que tendrían que ser limítrofes y la alcaldesa de Mos ya ha anunciado públicamente que tiene suelo para acoger un campo de fútbol y una ciudad deportiva. "De ver algo concreto a una realidad pasará muchísimo tiempo y la primera oportunidad se la estoy dando a la ciudad", afirmó el empresario.La primera opción es Vigo pese a las trabas con las que se encontraron todos los proyectos que el Celta presentó para construir las ciudades deportivas de Bembrive, Valladares y Álvarez o el proyecto para el campus deportivo de San Roque. Preguntado por el motivo del bloqueo a todos ello respondió alegando la "dependencia". Así, se preguntó "¿por qué no nos dejan crecer? Porque hoy en día tenemos que estar rogando la mínima cosa que tengamos que hacer. Es un sometimiento constante durante horas y horas para pedir", dijo.No obstante, el empresario no quiso cargar las tintas contra el alcalde vigués sino que, al contrario, subrayó que es un "magnífico alcalde y una magnífica persona". Sobre sí mismo, aseguró que fue "muy difícil" tomar la decisión se explicar públicamente sus proyectos y que le obligó a "cambiar" su "forma de ser", con intervenciones contadas en los medios de comunicación. "Ahora estoy en todas partes", ironizó para acto seguido felicitarse porque, al menos, se haya abierto un debate ciudadano sobre sus propuestas.

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