"Para nosotros venir aquí es como para un trabajador normal levantarse y desayunar". Fernando Sío es uno de los bomberos del parque de Teis. Ayer, junto a su compañero José Villa, se desplazaron hasta la calle Curros, a pocos metros de la Avenida Ramón Nieto, para retirar varios nidos de avispas asiáticas. "Cada día tenemos que quitar tres o cuatro", explica Villa.

Pese a que la tarea es siempre la misma, la dificultad varía de una jornada a otra. "Hace escasos días tuvimos que ir a la Avenida Castelao y en 15 minutos estaba todo resulto, y hoy -por ayer- se nos presentan muchas más dificultades", comenta el bombero mientras se enfunda uno de los trajes impermeables con los que trabaja. "Lo peor es que tenemos que hacerlo de noche porque es cuando estamos seguros de que están todas las avispas dentro del enjambre", apunta Sío.

Dependiendo del lugar donde se encuentren, la forma de actuar es diferente. "Hoy -por ayer- nos toca hacer de Tarzán y escalar por los árboles para poder acceder a los animales", comenta Villa, que bajo la luz de las estrellas trepa cerca de seis metros de altura para retirar un nido. En tierra firme le espera su compañero, que recoge la vivienda habitual de las avispas para introducirla en una bolsa y cerrarla herméticamente. "Además, les echamos un spray que las mata en pocos segundos", explica Sío.

Ayer solo pudieron retirar tres de los seis nidos inicialmente previstos por la inaccesibilidad de las zonas o la altura de los mismos. "Si tuviéramos una pértiga fumigadora todo sería más sencillo", apunta Villa. Con este mecanismo los bomberos evitarían tener que escalar por los árboles durante la noche, lo que les facilitaría su trabajo. "Es cuando peor se trabaja porque es más fácil dar un paso en falso", señala Sío.

Plaga por toda Galicia

La Consellería do Medio Rural informó ayer que en lo que va de año ha retirado o inactivado un total de 8.496 nidos de avispa asiática en Galicia. En relación con el 2015, el número de enjambres retirados o inactivados aumentó un 68,4%, pasando del 5.045 del anterior ejercicio a los casi 8.500 del presente. Además, han contabilizado alrededor de 20.000 avisos de particulares.

Uno de los inconvenientes con los que se encuentran los bomberos radica en la meteorología. "Este buen tiempo nos está matando porque las avispas se siguen multiplicando ante la ausencia de frío", apunta Villa. Es habitual que con la llegada del otoño e invierno, que suelen venir acompañados de precipitaciones, humedad y frío, el número de enjambres descienda drásticamente. "Nos esperan meses de mucho trabajo porque estas avispas ya no se van a ninguna parte", se lamenta Sío.