El 79% de los vigueses perciben la amenaza del cambio climático, y son conscientes de que sus efectos ya están teniendo lugar. Es más, el 77% de los ciudadanos entienden que el planeta está abocado al desastre medioambiental si no cambiamos nuestros hábitos. Sin embargo, solo un 21% de ellos aseguran reducir su consumo de energía para mitigar la contaminación, mientras que para el 73% los principales motivos para modificar sus costumbres son económicos.

Son datos recogidos en el estudio "Percepción de la ciudadanía viguesa sobre el cambio climático", en el que el Valedor do Cidadán ha trabajado durante el último año y cuyos resultados presentó recientemente en el 13ª Congreso Nacional del Medio Ambiente (Conama), celebrado en Madrid.

Es el primer informe de este tipo desarrollado en Vigo para conocer la percepción de sus habitantes ante el cambio global y sigue la estela del Eurobarómetro -el último se realizó en 2015 con casi 30.000 encuestados en 28 países miembros- y los sucesivos estudios realizados por la Fundación Mapfre y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en España.

En consonancia con los resultados vigueses, la última encuesta del CIS, realizada en diciembre de 2015, revela que el 46% de los españoles ve necesario proteger el medio ambiente si no resulta demasiado costoso a nivel personal o no conlleva un desembolso extra para la ciudadanía, mientras que la otra mitad de la población aboga por medidas de mitigación aunque supongan un coste elevado.

La Oficina del Valedor desarrolló un cuestionario ad hoc para el caso vigués -15 preguntas con un total de 98 ítems- que fue respondido por 1.500 ciudadanos de distintos tramos de edad, activos e inactivos y residentes en la zona urbana -53,9%-, semiurbana y rural.

Además de constatar que el cambio climático es una preocupación general, el estudio constata que los hábitos más comunes relacionados con el ahorro energético son poner la lavadora en frío -56%-, bajar el termostato de la calefacción en invierno -63%- y reducir el consumo de aire acondicionado en verano -57%-. Además, el 90% asegura que apaga las luces y los aparatos cuando no son necesarios, un 67% limita el tiempo de ducha para ahorrar agua y energía y el 69% ha instalado bombillas de bajo consumo.

Respecto a quienes tienen la responsabilidad de combatir el cambio climático, la mayoría de vigueses -92%- entiende que es la Unión Europa, seguida del Gobierno central -91%-, el Concello -77%- y los propios ciudadanos -76%-.

La medida pública que cuenta con más apoyo es la prohibición de comercializar productos con una vida útil "injustificadamente baja" -89%-, mientras que el 83% aplaude que las administraciones compren productos y servicios más eficientes. Los vigueses también valoran positivamente las subvenciones para mejorar el aislamiento de las viviendas -82%- y comprar electrodomésticos eficientes -78%-, así como la información al consumidor -78%-.

Respecto a las acciones que debería implementar el Concello de Vigo, los ciudadanos señalan el fomento del transporte público -94%-, sistemas de iluminación eficiente en la vía pública -92%-, consumo de alimentos producidos localmente -90%-, asesoramiento público -72%- y zonas restringidas a los vehículos más contaminantes -66%-.

Y en cuanto a las diferencias por grupos poblaciones, entre los más jóvenes -de 18 a 34 años- el porcentaje de quienes ahorran energía por motivos económicos es menor que en otras franjas de edad, así como entre los que viven en la zona urbana. Las mujeres utilizan más el autobús y toman más medidas para consumir menos energía, mientras que el colectivo de personas pasivas -estudiantes, jubilados y pensionistas- son los que manifiestan un menor nivel de información.