El Círculo Mercantil sigue buscando nuevas alternativas para reubicarse en el centro de la ciudad un año y medio después de desalojar la sede de Príncipe tras llegar a un acuerdo económico con el Real Club Celta. La inquietud mostrada por algunos socios en las últimas semanas al ver pasar el tiempo sin noticias ciertas sobre la adquisición de un inmueble que les permita habilitar su nueva sede central, ha llevado a la directiva a enviar una misiva a los socios antes de las fiestas para intentar tranquilizarlos y que sean conscientes de que "no se dejó de buscar desde el minuto uno".

La explicación a por qué está resultando tan complejo dar con el espacio apropiado es un cúmulo de factores: "Encajar una buena ubicación, con los metros cuadrados que necesitamos y un precio razonable está siendo muy difícil. A eso se suma que cuando la otra parte sabe quién realiza la oferta nos suben los precios", lamenta la actual directiva, que pone como ejemplo un local en el que estuvieron interesados y que pasó de 400.000 a 900.000 euros en tres días.

La presidencia informa en la carta abierta a los socios de que continúa con las gestiones para comprar una sede y que se han retomando alternativas ya desechadas y se buscan otras nuevas tras fracasar las conversaciones con los propietarios de un inmueble en el que habían puesto sus ojos. En concreto, Nicolás López-Guerra reconoce que "una vez cerrado un acuerdo con todos los herederos de la propiedad en cuestión, uno de ellos se descolgó de la negociación pidiendo mucho más dinero del pactado". Ante el cambio de escenario, el Círculo Mercantil decidió desestimar esta opción y lanzarse a sondear de nuevo el mercado en busca de una ubicación que satisfaga a sus socios.

También reconoce que han tenido que desechar inmuebles a priori interesantes porque no era viable adaptarlos a los usos que necesitan o que no permitían cumplir con la normativa de seguridad y desalojos. La entidad lleva año y medio ocupando de forma provisional 400 m2 de la sede del Real Aero Club en la calle Reconquista y sus responsables afirman que pese al último fiasco, hay "negociaciones muy avanzadas en posibles localizaciones que podrían ser susceptibles de encajar" y confían en que a principios de 2017 puedan dar una buena noticia a sus integrantes.

La junta entiende "la inquietud y desasosiego" de los socios pero insiste en que debe mantener "el más absoluto secreto" en las negociaciones para evitar que las pretensiones económicas de los propietarios se disparen.