El responsable de la sostenibilidad del Puerto es un experto nacido y formado en Vigo. Carlos Botana subraya las oportunidades laborales para los titulados en Ciencias del Mar que suponen las estrategias de crecimiento responsable como las que él coordina desde su departamento en colaboración con la Universidad.

-¿Fue un riesgo formar parte de la primera promoción?

-El hecho de que fuese una carrera nueva más que miedo suponía para mí muchas expectativas. Se abría un gran horizonte y pensaba que tendría muchas posibilidades. El mar y el medio ambiente siempre me llamaron la atención y Ciencias del Mar encuadraba perfectamente en mis preferencias. Estoy muy orgulloso de haberla elegido y es una satisfacción que celebre su 25 aniversario.

-¿Cómo fueron esos primeros años en una facultad de prestado?

-El profesorado era muy joven y la relación resultaba muy cercana. La carrera se iba confeccionando a medida que avanzábamos, lo que generaba cierta incertidumbre.

-¿Cuál fue su trayectoria profesional hasta llegar al Puerto vigués?

-Después de acabar la carrera lo importante es tener un trabajo, sea remunerado o no, y yo me ofrecía a varias empresas. Empecé haciendo prácticas sin cobrar en el área de calidad de la armadora Vierasa y acabé quedándome. Y luego estuve cinco años en Norcontrol Soluziona. Fue muy interesante porque la carrera era poco conocida y fue una oportunidad para demostrar lo bien que encajaba en el ámbito de la consultoría. A partir de ahí, contrataron a más titulados en Ciencias del Mar en ésta y en otras empresas del sector. El nombre de la carrera no ayuda a identificar para qué sirve y a nuestra promoción le tocó abrir camino y demostrar nuestra valía.

-Para alguien con su formación acabar trabajando en el Puerto de su ciudad tiene que ser una satisfacción.

-Estoy totalmente satisfecho. En la consultora llevaba temas de gerencia en administraciones y varios puertos españoles, entre ellos los gallegos, y poder trabajar en el de Vigo me dio la oportunidad de implementar todas esas enseñanzas y proyectos en mi ciudad e ir viendo cómo crecía.

-Su incorporación se ha traducido en una apuesta por la sostenibilidad y la preocupación por el medio ambiente.

-La casualidad quiso que empezase el día en que se hundió el Prestige. Después del accidente se produjo un cambio muy grande en la gestión de los puertos, que ahora dan mucha importancia a sus políticas medioambientales. Toda la vida he defendido que el medio ambiente no está reñido con la eficacia y la rentabilidad de los puertos. No se trata de un gasto, sino de una inversión. En Vigo empezamos con las certificaciones ambientales y ahora podemos ser el puerto de referencia en sostenibilidad en Europa con proyectos como Green Port. Ya somos muy importantes en pesca y esta iniciativa, dentro de la que nos relacionamos con Rottterdam o Hamburgo, nos da una gran visibilidad y peso. Además el turismo sostenible es cada vez más interesante y también nos ayuda a atraer a este tipo de cruceros. A nivel internacional y en Europa se nos ve como un buen enlace en sostenibilidad y ahí podemos estar orgullosos de lo que hacemos.

-Y colaboran intensamente con la Universidad en este ámbito.

-El director del Campus del Mar, Emilio Fernández, y el rector Salustiano Mato fueron mis profesores y siempre he mantenido el contacto. Estoy encantado de que haya esta colaboración tan estrecha con la Universidad y el Campus del Mar. El Puerto atrae el conocimiento que generan y le da una plasticidad. En una ciudad que vive del mar como la nuestra ambas instituciones tienen mucho que aportarse una a la otra.

-También reciben a muchos estudiantes en prácticas.

-Nos interesa que vengan a aprender y un porcentaje muy alto, si no el 100%, acaban con trabajo. Esto nos enorgullece. El Puerto es muy interesante para ellos porque es como una gran ciudad en la que se pueden ver todos los procesos relacionados con la gestión de residuos o la calidad.

-¿Son los puertos por tanto una importante salida laboral para los titulados en Ciencias del Mar?

-Sí y, sobre todo, el de Vigo, que cuenta con empresas de pesca o gestión de residuos. También los astilleros necesitan departamentos de medio ambiente. Y en el tema de la estrategia Blue Growth (Crecimiento Azul) se abren muchas sinergias con nuestra carrera vinculadas a los oficios del mar del futuro. Es un campo muy grande en el que habría que ir trabajando de forma conjunta y nuestra carrera encaja en ese perfil porque es muy multidisciplinar e incluye física, oceanografía, estadística y biología. Bajo mi punto de vista, es un buen momento para estudiar Ciencias del Mar porque la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático cada vez serán más importantes en los planes estratégicos no solo de los puertos, sinode cualquier empresa. Hay buenas posibilidades en el futuro.

-¿Debería potenciar más la Universidad las relaciones con sus antiguos alumnos?

-Además de participar en presentaciones de proyectos conjuntos con la Universidad he dado alguna conferencia y ahora sigo vinculado a la Universidad porque me he matriculado en el Campus del Mar. Mi director de tesis será Emilio Fernández y espero que salga algo interesante (risas). Sería una excelente oportunidad que los exalumnos participasen más como profesores. Por un lado, al tratarse de una carrera tan multidisciplinar los alumnos no conocen todos los ámbitos en los que pueden trabajar y los profesionales en activo podrían abrirles la mente. Por otro lado, los conocimientos que eran necesarios hace diez años quizá no lo son hoy en día y es necesario adaptar alguna asignatura para estar más conectados con el mundo real y lo que necesitan las empresas. Y en este aspecto sería muy interesante que trabajasen juntos los exalumnos y los profesores.