Diez pisos, tres de ellos movibles y numerosos rincones ocultos. Sin duda, uno de los mejores lugares para jugar al escondite. Sin embargo, su función es muy distinta. Tras pasar 24 horas amarrado en la terminal de Bouzas, el Auto Eco, el mayor buque Ro-Ro del mundo propulsado por gas licuado, zarpó hacia el puerto de Zeebrugge, en Brujas, cargado de vehículos procedentes de la factoría PSA-Vigo.

Un simple paseo por sus instalaciones muestran su enorme dimensión. Escaleras y más escaleras son las encargadas de llevarte desde el muelle hasta la zona más elevada del buque. "Si subimos un poco más acabaremos tocando las nubes", bromeaban ayer los presentes durante una visita pública en la que el Presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique César López Veiga, intercambió metopas con el capitán del carguero.

Nacido en China, de nacionalidad portuguesa y tras un breve paso por Santander, el buque, que ya tiene un hermano pequeño que está de camino al puerto olívico desde Corea, regresará a Vigo para facilitar el traslado de vehículos hasta el norte de Europa. "Además de ser un barco ecológico, sus dimensiones le hacen ser un referente para la actividad que realizará en Vigo cada semana", señaló Agustín Fernández, director de UECC Ibérica.

Las nuevas normas de la Organización Marítima Internacional obligan a los puertos europeos a adoptar medidas que limiten el uso de combustibles en sus barcos. Así, desde el estrecho de Dover hacia las aguas más norteñas se restringe el uso de gasoil. "El futuro es el gas natural licuado y desde el puerto de Vigo debemos adelantarnos y apostar por ello de inmediato", aseguro López Veiga, quien reconoció que desde la Autoridad Portuaria ya están estudiando un posible emplazamiento para instalar depósitos que permitan repostar a este tipo de embarcaciones.

El Auto Eco tiene 181 metros de eslora, 30 metros de manga y tiene una autonomía de 14 días para navegar propulsado por gas licuado, aunque su motor le permite utilizar diésel. A mayores cuenta con la certificación "Super 1A" de hielo exigida por Suecia y Finlandia, por lo que podría surcar aguas cubiertas hasta por 60 centímetros de hielo.

Con capacidad para transportar hasta 4.000 vehículos -apoyado en que tres de sus diez cubiertas son movibles-, en su primera estancia en la ciudad olívica se llevó alrededor de 2.400. Una primera toma de contacto que se repetirá puntualmente cada semana y que potenciará la apuesta de Vigo por convertirse en un Puerto Verde.