La residencia de mayores que el Grupo Ballesol construye en el solar del antiguo Colegio San José de Cluny avanza a muy buen ritmo. Los promotores prevén finalizar la obra en el mes de junio e inmediatamente después empezar a ocupar el centro para que esté a pleno rendimiento "a lo largo del verano". El primer centro de la firma en Vigo ofertará un total de 110 plazas y se estima que serán necesarias 75 personas para atender todas sus demandas. Los promotores lograron permiso para derribar la edificación anterior proyectada por el arquitecto Antonio Cominges en 1929 y plantearon un cambio de distribución importante dejando hacia Gran Vía un jardín despejado que da amplitud a la zona y concentrando los tres bloques residenciales en forma de "H" en la mitad trasera de la finca, uno de ellos con fachada hacia Hernán Cortés.
Desde Ballesol confirman que "no hay ningún cambio sobre el proyecto anunciado" en el que estaba previsto invertir diez millones de euros. El edificio de 5.900 metros cuadrados diseñado por César Álvarez Arines está ya en pie y en algunas zonas empieza a ser visible el aspecto final de las fachadas con acabado en granito. Ahora mismo "la cubierta ya está finalizada y se trabaja en las instalaciones interiores y la división de plantas por servicios", apuntan desde el grupo que ya cuenta con 45 centros repartidos por todo el país. Sus responsables confirmaron ayer que "el centro de Vigo avanza a marchas forzadas".
El cronograma con el que se trabaja a pie de obra prevé completar el inmueble en junio y acoger en julio y agosto a sus nuevos inquilinos. En esta fase concreta del proyecto trabajan entre 45 y 50 personas diarias. Los trabajos en la finca arrancaron hace justo un año con la tala de árboles y la demolición del edificio autorizada por la comisión de seguimiento del PEEC. Los arquitectos y constructores que la integran concluyeron que el edificio que llevaba quince años abandonado carece de valor arquitectónico "que justifique su presencia en la escena urbana" debido a las alteraciones que sufrió el proyecto original de Cominges con el paso de los años.
La nueva construcción trata de adaptarse al desnivel del terreno alcanzando las siete alturas hacia Hernán Cortes, donde está prevista la entrada a un aparcamiento subterráneo, la fachada principal hacia Gran Vía tiene cinco plantas y el edificio se reduce a tres niveles en paralelo a María Berdiales. Con respecto al antiguo colegio Cluny, el inmueble se retranquea unos veinte metros para dar mayor sensación de amplitud desde la Gran Vía.
El céntrico solar está a punto de recuperar actividad tras el cierre del colegio en septiembre del año 2000, fecha en que la congregación se trasladó a la Carretera Provincial. Ballesol compró el solar a la Sareb -banco malo- en cuyas manos estaba tras la subasta por impago de créditos de Karpin, que proyectó una urbanización residencial que no pudo ejecutarse al reservar el Plan Xeral un uso dotacional para la parcela.
