Las constantes trabas a la entrada de mercancías en el puerto de Vigo por parte de los inspectores del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) que en octubre desembocaron en la controvertida retención de un buen número de contenedores ha manchado la imagen del puerto de Vigo. La patronal provincial de empresarios ya señala en su informe al tapón aduanero como el causante del desvío de miles de toneladas al año a puertos portugueses del entorno, y como reveló ayer FARO, agentes exportadores de países como Sudáfrica y Marruecos ya tienen a Vigo en la lista negra e imponen a sus cliente introducir los cargamentos vía Leixões o Lisboa. Ante el temor a que esta fuga generalizada de tráficos se consolide, como alerta la confederación empresarial, el presidente de la Autoridad Portuaria viajará a esos países para tratar de revertir la situación. "No nos quedaremos de brazos cruzados", razona Enrique López Veiga.
En Praza da Estrela llevan semanas preparando estas "expediciones comerciales" con el principal objetivo de promocionar las ventajas de la terminal viguesa por su estratégica posición geográfica como puerta de entrada en Europa de fruta, pescado y vehículos. López Veiga admite que el detonante de estos viajes fueron los impedimentos del PIF vigués a valiosos cargamentos que al final los operadores renunciaron a descargarlos en Vigo, como el de las naranjas sudafricanas. Desde la terminal marroquí de Tánger-Med, de enorme interés para el sector de la automoción, también salen productos para Vigo que entran por Leixões o Lisboa espantados por la actividad inspectora de Guixar. El daño ya está hecho, pero el dirigente portuario está convencido de que estas misiones ayudarán a que los gestores de las mercancías recuperen su confianza en el puerto vigués y levanten el veto. La primera expedición será en febrero a Sudáfrica, y la segunda, a Marruecos.
Por las terminales de Ciudad del Cabo y Port Elizabeth, Sudáfrica exporta gran parte de su producción automovilística y hortofructícola. Precisamente la Autoridad Portuaria había enviado una carta al gerente de uno de los principales conglomerados fruteros de ese país invitándole a visitar el Puerto de Vigo, pero ante la preocupante situación, López Veiga ha preferido presentarse antes allí. "Vigo era la escala natural para la fruta de Sudáfrica, y se perdió por las actitudes de ciertos funcionarios de Sanidad Exterior", critica.
Las pegas administrativas de estos inspectores tronzó la rentabilidad de Vigo Fresh Port. Los accionistas de esta compañía tenían establecidos todos los contactos que propiciarían la entrada en Guixar de toda la temporada de la naranja sudafricana para desde aquí distribuirla al resto de Europa. Estuvieron a punto de conseguirlo hasta que la desquiciante burocracia acabó por espantar a los exportadores que al final optaron por Rotterdam. Un año después de su inauguración, tras gastarse más de un millón en su construcción sobre terreno portuario y dotarla con todos los servicios necesarios para la recepción y almacenamiento de productos perecederos, la nave de Vigo Fresh Port desarrolla una actividad mínima.
Veiga considera inaceptable lo ocurrido a esta empresa por eso suscribe "al 100%" el informe realizado por la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) que señala al "exceso de celo" ejercido por los funcionarios del PIF como la principal causa de la pérdida de competividad del puerto de Vigo. Por delante incluso de los costes operaciones derivados del monopolio de la estiba. "Es más grave que la estiba porque esta tarde o temprano se arreglará, pero lo de los inspectores tiene muy malas trazas", razona.
Llamamiento a las empresas a que colaboren en la investigación para identificar las trabas en la inspección
- El presidente del Puerto se reunirá esta semana con directivos de Conxemar para explicarles los detalles de la "investigación seria", recalca Enrique López Veiga, que está realizando para identificar los problemas que sufren las empresas a la hora de introducir las mercancías por la actitud de los inspectores del PIF. Además de miembros de su staff, estará compañado por los responsables de Eosa, la consultora a la que adjudicó la elaboración de las encuestas entre los posibles afectados por esas trabas aduaneras.La información -siempre confidencial- que recabarán estos encuestadores sustanciará el contenido del dosier que López Veiga expondrá "a los más altos niveles para que se convenzan de que el problema es real".Entre otros estamentos, remitirá los resultados de la investigación a altos cargos del Ministerio de Sanidad que pese a las numerosas gestiones del presidente, complicadas también por los cambios derivados de las últimas elecciones, recelan de que existan tales trabas burocráticas cuando han sido también denunciadas por organizaciones empresariales como Conxemar, Anfaco y la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi).De ahí la importancia de que estas instituciones participen en la investigación del Puerto. Así se lo pedirá Veiga expresamente a la dirección de Conxemar, para que esta a su vez haga llegar a sus asociados que de sus empleados sean aquellos que mejor conozcan la problemática los que atiendan a los encuestadores de Eosa y respondan con el mayor grado de detalle a sus preguntas. El siguiente encuentro será con Anfaco y, a continuación, con Arvi. En todos el presidente apelará a la colaboración de sus afiliados y con enfásis: "Porque es ahora o nunca".Recuerda que lo que ocurre con el PIF "es un problema que viene de muy viejo". El presidente interpreta que hasta ahora el puerto de Vigo había podido soportar estos y otros inconvenientes, "en cambio la situación no puede prolongarse más porque la competencia está cerca y nos hace perder mucho dinero: a la institución portuaria y a las empresas". Aunque no reparará en gastos con tal de forzar una solución. "Cueste lo que cueste hasta arregarlo", avanza.
