Mantener el ánimo en una convalecencia tan prolongada como es la de un trasplantado de médula ósea -al menos, un mes- resulta fundamental para la recuperación. Y el contacto con los parientes y amigos es la fórmula más poderosa. Es algo que tienen muy claro en Hematología del Chuvi. Quieren recetarlo. No solo por cuestiones humanitarias, sino por el efecto positivo en la evolución del paciente. Sin embargo, con el cambio al Hospital Álvaro Cunqueiro han perdido el pasillo acristalado en el que las familias podían verse, sentirse y comunicarse todas las tardes. El servicio reclama desde hace meses a la Gerencia del complejo "ventanas" para recuperar estos contactos y para que asomarse a la ventana de la habitación encaramado a una grúa no sea la única manera de poder visitar a estos enfermos.

Para protegerlos de contraer infecciones a las que no podría hacer frente su debilitado sistema inmunitario, los trasplantados de médula son aislados en habitaciones a las que solo pueden acceder un familiar y los sanitarios, todos previamente esterilizados. Sin embargo, en el Xeral, el resto de parientes y amigos podían visitarlo con un cristal de por medio. Las tres habitaciones de las que disponían en el antiguo hospital daban a un pasillo, al que se abrían visulamente mediante ventanas. Visitantes y pacientes se comunicaban descolgando unos teléfonos que funcionaban a modo de interfonos. Podían hacerlo todos los días, a partir de las 13 horas y, los niños, los sábados.

En el diseño de esta unidad de aislamiento en el nuevo hospital se obvió esta sala. La coordinadora del servicio, la doctora Carmen Albo, cuenta que han planteado a la Gerencia del complejo una serie de reformas entre las que se incluye una solución para este problema. Ya que crear una sala similar a la que disponían no es posible, proponen colocar ventanas en las puertas. Estos "búnkers" tienen presión positiva, que evita que el aire entre en la habitación, y el acceso está protegido por dos puertas estancas. Una no se abre hasta que está cerrada la otra. El servicio propone que los familiares puedan acceder al espacio entre ambas y comunicarse con el enfermo desde allí. Para ello hace falta, al menos, cambiar la puerta por una con cristales.

La doctora Albo señala que la Gerencia ha aceptado las reformas propuestas, pero las ha pospuesto hasta que se resuelvan otras "prioridades" en el Álvaro Cunqueiro, como la creación de un laboratorio de Microbiología o de un nuevo banco de sangre, unas obras que la Dirección del complejo anunció en el mes de julio. Esta última instalación, también dependiente de Hematología es pequeña y está mal distribuida, por lo que se creará una nueva y la sala actual se destinará a la donación por aféresis -modalidad en la que se separan los diferentes componentes de la sangre-, de la que ahora carece el centro, por lo que solo se puede hacer a una persona ingresada o en el hospital de día.