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Fue noticia en 1896

El Cable Alemán inicia su intensa relación con Vigo

Quedó establecida la conexión con Emden, que funcionó hasta 1914, y dejó una gran huella en la ciudad

La antena que los alemanes colocaron en el alto del Castro. // FDV

El Decano informaba de la llegada del 'Scotia' al puerto de Vigo con varios días de retraso debido a una avería. Transportaba el material necesario para establecer una conexión telegráfica entre la ciudad y Emden (Alemania). En total, 2.060 kilómetros. La obra finalizó a finales de 1896. El proyecto era más ambicioso, ya que se quería extender hasta Lisboa, Azores y Nueva York. Pero nunca se llegó a completar.

Los alemanes se instalaron en un ciudad que tenía 13.000 habitantes en aquella época. Decidieron que era la mejor ubicación por su ría, que dejaban un amplio margen de maniobra para sus barcos y facilitaban la conexión telegráfica. Era un este un servicio vital y muy rentable. Los alemanes quería competir directamente con los ingleses, que habían desarrollado antes el proyecto y por ese motivo dominaban las comunicaciones.

Las relaciones entre los alemanes y los ingleses en Vigo fueron amistosas. Cuentan los documentos históricos que compartían la misma casa y solo les separaban una pared. Incluso en el centro de la ciudad se reunían en un café que mostraba a través de carteles que se hablaba inglés y alemán. Los trabajadores de ambas nacionalidades se integraron en la vida cotidiana. Tanto que fomentaron sobre todo el deporte Crearon equipos de fútbol y atletismo, sobre todo. Las competiciones, en las que también participaban conjuntos locales, se desarrollaban en el campo de Coia. Esta instalación se encontraba ubicada en aquella época al final de la actual calle Coruña.

La Deustch Atlantische fue la compañía que puso en marcha el proyecto de la conexión telegráfica. Durante nueve años no tuvo un director en Vigo. Sus oficinas eran gestionadas directamente por sus empleados. La empresa cambió de nombre en 1905 cuando llegó a la ciudad Ubbo Emmios Bakker. También fomentó las relaciones con sus 'vecinos' ingleses. Apuntan los historiadores que no había ningún problema en ese sentido y que se intercambiaban incluso invitaciones para acudir a las fiestas que organizaban.

En 1910 se crea el Colegio Alemán. Una edificación en la Calle Torrecedeira que era también una escuela, residencia para los trabajadores solteros y poseía biblioteca, pista de tenis y también un gran salón de billar. Este proyecto es una nueva muestra de la implicación de los alemanes con la ciudad. Transmitían la impresión de apostar por quedarse mucho tiempo.

Sin embargo, todo cambió en 1914. Cesó su actividad al declararse la I Guerra Mundial. Las relaciones con los ingleses se deterioraron. Vigo, e incluso Pontevedra, acogía a un gran cantidad de espías de ambos países. La falta de conexión entre Vigo y Alemania a través de cable trató de ser reparada al inicio de la contienda. Los alemanes llegaron a instalar una antena en el monte del Castro para recuperar esa forma de comunicarse. El experimento no tuvo mucho éxito y se tuvieron que utilizar barcos para esa labor.

En el Tratado de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, se hace mención especialmente a Vigo. En uno de sus puntos se acuerda que Alemania renuncia a todos sus derechos y privilegios sobre cables submarinos. Los ingleses mantuvieron su actividad hasta 1969 y sus oficinas estuvieron instaladas durante mucho tiempo en la actual casa de Correos. En el puerto de Vigo todavía se conservan los silos que se utilizaron durante muchos años. En 2014 se instaló en ese lugar un parque de acceso público.

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