El Área Metropolitana de Vigo arranca de forma convulsa. Diecisiete años después de la Declaración de Soutomaior que supuso el germen de este proyecto, el nuevo ente supramunicipal quedó oficialmente constituido ayer a mediodía. El pleno transcurrió con normalidad hasta la toma de posesión de los consejeros metropolitanos, pero en ese momento el PP decidió abandonar la sesión al entender que la ley no obligaba a continuar con el orden del día y nombrar a un presidente como defendían el resto de fuerzas políticas. Las diferencias por la integración de Vigo en el transporte metropolitano condicionaron el debate desde el minuto uno y pese a anunciar horas antes que acudirían a la histórica cita para resolver luego las diferencias "desde dentro" del nuevo organismo, los populares decidieron finalmente ausentarse a mitad de reunión y no respaldaron la candidatura de Abel Caballero.

Tras un receso de media hora y un duro cruce de acusaciones entre PP y PSOE, el secretario de Vigo y del Área Metropolitana ordenó continuar con la sesión al existir quorum aún sin los populares y el alcalde de Vigo fue elegido presidente al filo de las dos de la tarde con los 28 votos de PSOE, BNG, Alternativa Canguesa de Esquerdas (ACE) y Movemento Salceda y un voto en contra del único representante de la Agrupación de Electores de Redondela (AER). Caballero responsabilizó de la ruptura con la que arranca el Área Metropolitana a Núñez Feijóo y a Alfonso Rueda. "Son los responsables de la vulneración de este procedimiento democrático", censuró el ya presidente del primer área metropolitana de Galicia, que continuó su discurso lanzando un mensaje de entendimiento "a los 14 alcaldes".

Caballero se mostró "convencido" de que se resolverán "todas las discrepancias" ahora que existe el "marco de debate" adecuado. "Vamos a encontrar soluciones porque todos somos igual de importantes en este proyecto", brindó al resto de compañeros. Pero tras el mensaje de unidad, también aprovechó para lanzar una advertencia mirando hacia las sillas vacías del PP: "El Área está legitimada, nace fuerte y nadie va a ser capaz de derribarla", avisó.

Sus palabras fueron escuchadas por la mitad de la asamblea, puesto que a esas alturas todos los alcaldes del PP y sus consejeros ya habían salido del pleno convocado a las once de la mañana en Casa das Artes. El nuevo ente nace para gestionar servicios básicos como el agua, la basura o el transporte a una población de 478.000 habitantes y aspira a superar la veintena de integrantes en pocos meses.

El dictamen del Consello Consultivo horas antes asegurando que no veía "obstáculos jurídicos" a la creación del Área sin la integración del transporte propició que los populares se aviniesen a participar, pero lo que no estaba previsto es que decidieran interrumpir el orden del día y solicitaran frenar el desarrollo de las estructuras del Área hasta que Vigo garantice que asumirá las condiciones de la Xunta para el transporte.

Debate paralelo

El pleno arrancó torcido. Antes incluso de la toma de posesión de los 51 consejeros -el secretario no permitió que juraran o prometieran su cargo un edil de Moaña y otro de Gondomar-, la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, tomó la palabra para demandar su suspensión al entender que "sin transporte no hay funcionamiento efectivo del Área". A esta protesta se sumaron inmediatamente el regidor de Redondela, Javier Bas, que advirtió de que el proyecto nace "con el pie cambiado" y que "va contra la razón seguir adelante", así como la portavoz del partido en Vigo, Elena Muñoz, contraria "a realizar avances sin cumplir un requisito fundamental de la ley: el transporte".

El encargado de abrir este turno de intervenciones al margen del orden del día fue el presidente de la Mesa de Edad y alcalde de Salvaterra, Arturo Grandal, que en contra del criterio del secretario de Vigo y del Área Metropolitana, José Riesgo Boluda, permitió un debate sobre el transporte metropolitano de más de media hora que crispó el ambiente y acabó con un cruce de acusaciones entre ambas bancadas. Los populares hablaban de "tomadura de pelo "y "fraude" en dirección a los representantes de Vigo mientras los consejeros de PSOE, BNG, ACE y Movemento Salceda acusaban al PP de intentar "boicotear" el proyecto.

"No les interesa el Área porque ahora no tienen mayoría y no la pueden controlar", expresó Eva García, alcaldesa de Porriño, resumiendo el sentir de los socialistas. El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, de ACE, realizó un llamamiento para "acabar con las luchas partidistas" y recordó que sigue sobre la mesa la posibilidad de recurrir al juzgado Contencioso-Administrativo para que resuelva sobre el transporte u otras diferencias que puedan surgir. El portavoz socialista de Vigo, Carlos López Font, tildó lo ocurrido de "clara maniobra de obstruccionismo político".

Con las posturas tan enconadas, el PP solicitó un receso para decidir su posición y después de media hora se pudo retomar la sesión. Aunque apenas unos minutos. El presidente de la Mesa de Edad dio de forma unilateral por suspendido el pleno y el PP decidió salir por la puerta, momento en el que el secretario del Área Metropolitana hizo valer su autoridad a la hora de interpretar la ley y concluyó que no había "causa ni razón legal" para hacerlo, por lo que la sesión continuó sin el PP.

Más allá de su salida del plenario, lo importante para el futuro del ente supramunicipal es que el PP puso en cuestión su continuidad en el proyecto al oponerse de forma "rotunda" a avanzar sin el transporte. La primera en dejarlo caer fue la regidora de Mos. "Sin la integración de Vigo seré la primera en reconsiderar la presencia de Mos en el Área". En el receso se mostraba más contundente y habló de dejarlo "lo antes posible".

Con los populares ya fuera, Caballero asumió la presidencia de la Mesa de Edad y dio continuidad al orden del día, se presentó como candidato y acabó siendo elegido presidente del Área Metropolitana con 28 votos a favor y 1 en contra pese a que el PP había garantizado su respaldo. Dando por superados los incidentes de la jornada, nada más concluir la sesión de tres horas, el alcalde de Vigo anunciaba su intención de convocar a la Junta de Gobierno Metropolitana que integran los 14 alcaldes justo después de los festivos "para empezar a trabajar cuanto antes".

La única parte de la jornada que discurrió según lo previsto fue la toma de posesión de los 51 consejeros metropolitanos. Los representantes del BNG y de las distintas Mareas acataron la Constitución por "imperativo legal". El portavoz de Marea de Vigo se comprometió además a "seguir luchando por la III República" mientras el edil de Redondela de AER se refirió a "esa Constitución modificada al antojo de PP y PSOE".

Eran más de las dos de la tarde cuando Caballero se hacía la foto de familia con el resto de alcaldes que no son del PP y ya como presidente del nuevo ente auguraba que servirá para "mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos".