"Un artista con una fuerza expresiva excepcional, una técnica espontánea y un tono hermoso". Así presenta la Real Filharmonía de Galicia (RFG) a Anthony Marwood, el solista que hoy se subirá junto a ella al escenario del Teatro Afundación, a las 20.30 horas, dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica de Vigo. Sus manos harán sonar un violín de 1736 para interpretar un concierto de Kurt Weill, poco habitual en los programas. La orquesta, bajo la batuta de Jaime Martín, completará la noche con "Tres pinturas velazqueñas", de Jesús Torres, y la "Sinfonía número 4" de Beethoven.

-¿Qué se siente al tocar un violín de 1736? ¿Cómo es un Carlo Bergonzi?

-Es un gran privilegio hacer música en un violín del periodo de oro de los hechos en Cremona. Los violines Carlo Bergonzi son raros -quedan menos de 50 en el mundo hoy- y, como los instrumentos de Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri,"del Gesú", tienen grandes personalidades. Son socios en el proceso creativo más que simples instrumentos para ser tocados..

-Ante el público vigués va a interpretar el papel solista del "Concierto para violín y orquesta de viento" de Kurt Weill. ¿Cómo lo describiría?

-Este concierto de violín de Kurt Weill programa pocas veces, pero es una pieza con cualidades bonitas y teatrales. Enfrenta al violín a la orquesta de instrumentos de viento, percusión y contrabajos, que inmediatamente evoca un inesperado mundo sonoro. La escritura del solo de violín es diabólicamente difícil. Weill lo escribió en el frenesí creativo de la década de 1920, cuando la nueva música estaba forjando valientes nuevos caminos, reflejando los tiempos turbulentos. La obra empieza en modo serio y progresa hasta un clímax enloquecido al final del primer movimiento, momento en el que se puede sentir al joven compositor cambiando de dirección, desde el punto de vista de la composición. A partir de ese momento, la obra adquiere un carácter más teatral y extravagante, lleno de belleza, melodías amargas y humor, y apuntando el camino que tomaría en su estilo posterior y su música para el escenario..

-Ha estado esta semana en la Escuela de Altos Estudios Musicales (EAEM). ¿Qué caracteriza a los alumnos con los que se ha encontrado en Galicia?

-Di una larga masterclass en la EAEM esta semana y disfruté escuchando a algunos entusiastas estudiantes. Sienta bien conectar con jóvenes músicos para trabajar y discutir nuestro repertorio y compartir ideas.

-La RFG le presenta como un "reconocido defensor y divulgador de la música contemporánea". ¿Por qué es tan importante para usted?

-Toda la música ha sido contemporánea, así que no hago distinciones entre viejo y nuevo y disfruto de ambas por igual. Hoy hay mucho donde escoger en la música que ya ha sido escrita, así que trato de ceñirme a lo compositores y las obras con las que realmente conecto.