Las nuevas tecnologías han transformado el papel de las bibliotecas universitarias, donde las consultas on line ya superan las peticiones de ejemplares en papel. En la última década, los préstamos físicos se redujeron a la mitad y en 2015 se registraron a 177.000 -siete por cada miembro de la comunidad académica- frente a los 443.000 descargas de revistas científicas realizadas por los investigadores de la institución.

La Biblioteca Universitaria de la Universidad de Vigo, que engloba todas las instalaciones de los tres campus, dispone actualmente de 623.000 volúmenes físicos. Una parte importante corresponde a revistas de investigación -1.600- pero el formato más demandado es el electrónico, que cuenta con 19.000 títulos disponibles.

Las bibliotecas han ido mudando sus servicios y a los puestos de lectura y el préstamo de libros añaden nuevas actividades como cursos formativos o la posibilidad de hacer trabajo en grupo. Según los datos de la Universidad, un total de 30.000 personas utilizaron las instalaciones de los tres campus en 2015. La mayoría de ellos eran estudiantes -un total de 22.000-, pero también se registraron 1.400 profesores, 700 trabajadores de Administración y Servicios y 5.700 personas ajenas a la institución académica.

Las encuestas realizadas arrojan un nivel de satisfacción alta entre los usuarios -4,39 sobre 5- y las reclamaciones, cuyo volumen aumenta durante las épocas de exámenes y nervios, se refieren a la necesidad de ampliar los horarios especiales o de más espacios para poder trabajar en grupo.

Además de las adquisiciones propias, la Biblioteca Universitaria recibe numerosas donaciones. En 2015, el 41% de los nuevos fondos procedían de cesiones de particulares, material gratuito distribuido por organismos oficiales e intercambios entre editoriales universitarias. En total, se sumaron 12.126 ejemplares en papel y 1.109 en soportes diferentes al libro.