La adjudicataria del Auditorio Mar de Vigo, Pazo de Congresos de Vigo S.A., presenta el concurso de acreedores. Las pérdidas millonarias de la entidad, una alianza liderada por Testa y de la que forman parte también Abanca, Puentes y Calzadas y Sacyr, ya le habían obligado -como avanzó FARO- a entrar en preconcurso. Queda pendiente ahora que el Juzgado de lo Mercantil acepte declarar el concurso, que se presentó esta misma semana.

Desde la apertura del recinto, en 2011, la empresa ha acumulado pérdidas millonarias. En el 2013 ascendieron a 2,4 millones y año después a tres. Sus responsables ya advirtieron entonces del riesgo de quiebra técnica. En 2012 el Concello inyectó cinco millones y amplió la concesión al máximo legal, 60 años, al haberse reducido la superficie de explotación comercial del edificio una vez recortado su tamaño en el proyecto definitivo para que no se disparasen sus costes.

Tras declararse el preconcurso, el Concello solicitó al Juzgado de lo Mercantil personarse en las actuaciones y requirió a los accionistas el saneamiento económico de la sociedad, ya que -advirtió el Gobierno local- no podrá ser disuelta hasta el fin de la concesión.