A partir del próximo lunes 28 todos los vehículos particulares que circulen por Cánovas del Castillo hacia el centro de la ciudad deberán desviarse por Carral hacia la calle Victoria o Marqués de Valladares. El Concello ha decidido prohibir el tráfico ascendente por García Olloqui desde el Náutico hacia la Alameda para dar cumplimiento al oficio del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo que obliga a atajar de forma inmediata los ruidos y vibraciones que soportan los vecinos de la zona debido al adoquinado de la calzada.

En cumplimiento de la sentencia de hace un año, el gobierno local anunció que humanizaría García Olloqui y reserva en los presupuestos del próximo ejercicio una partida de 450.000 euros para renovar el firme de esta calle y del frontal de Plaza de Compostela hasta Colón. Pero mientras este cambio no se produzca ha optado por restringir el paso de automóviles.

Desde el lunes solo subirán por García Olloqui los autobuses urbanos, los taxis, los residentes con garajes en la zona y vehículos de carga y descarga. Los turismos y motocicletas tendrán que desviarse por la calle Carral. Los estudios de Tráfico cifran en 2.247 los vehículos particulares que de media ascendían hasta ahora por García Olloqui en días laborables y optó por cortar el tráfico en este sentido al afectar a menos conductores, ya que en sentido contrario, de Areal hacia el Náutico, son 6.542 los coches que se registran de media cada jornada.

"Esta opción se rechazó por las dificultades intrínsecas que tal medida implicaría en cuanto a su implementación y duración", concluyeron los técnicos de Tráfico en su informe del 21 de noviembre en el que se fundamentan los cambios que entran en vigor en cuatro días.

El desvío se plantea inicialmente como una medida temporal mientras el gobierno local no aprueba el presupuesto de 2017 y saca a licitación y adjudica la obra de humanización de García Olloqui y Plaza de Compostela por 450.000 euros. El principal cometido de este proyecto es sustituir el empedrado actual que se hunde en determinados puntos y genera ruidos al paso sobre todo de vehículos grandes por otro tipo de material que reduzca la contaminación acústica en la zona. Una de las opciones que se barajan es la utilización de un firme flexible como el de la calle Isabel II que absorbe mejor las vibraciones.

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En Vigo quedan una decena de viales con piedra y los de esta zona del centro forman parte de una oleada de reformas que se hicieron coincidiendo con la salida de la Volvo Ocean Race. El mismo adoquinado pervive todavía en Carral, Marqués de Valladares, Reconquista, Velázquez Moreno o Luis Taboada. El Concello está obligado a actuar en García Olloqui por sentencia judicial, pero extenderá el cambio al frente de Plaza de Compostela y atribuye las molestias al modelo de calzada. "La humanización con adoquines es un modelo absolutamente superado, muy ruidoso al tráfico", denunció ayer el alcalde, Abel Caballero, que recordó que en Marqués de Valladares "se produjo un hundimiento de casi 100 metros de calle porque la obra no estaba bien hecha", censuró, dejando claro que se trata de una actuación "anterior a mi gobierno".

Fue un vecino de la Alameda el que denunció la presencia de "grietas y fisuras" en su inmueble y constató con una medición que se superaban los 75 decibelios recomendados "debido a la circulación de autobuses y transporte pesado".