La portavoz del PP cargó las tintas contra la que definió como "nefasta y fracasada política social" del gobierno vigués, pero hizo un repaso de todas las inversiones para llegar a la conclusión de que el presupuesto de 2017 "no aporta nada nuevo". Elena Muñoz defendió las 60 enmiendas planteadas por su grupo y contestó al concejal de Hacienda que los 10 millones necesarios para financiarlas se podrían obtener "del sobrecoste de la reforma de Balaídos, la indemnización a las concesionarias de los parkings y del despropósito del concurso de zonas verdes", todas ellas actuaciones que, según Muñoz, supondrán un "gasto injustificado" a las arcas municipales.

"No saben gestionar", denunció Muñoz al referirse a los que cifró como 50 millones de remanente de tesorería que suma el Concello. "Se recaudan cada vez más impuestos de los vigueses y luego se guarda ese dinero en vez de repercutirlo en mejorar sus condiciones de vida", lamentó la portavoz del principal grupo de la oposición, que aseguró que el resultado de la gestión económica del Concello "solo es bueno para el gobierno, pero no para los vigueses".

El PP criticó la congelación de la partida destinada a empleo y limitó a 35 los jóvenes que se beneficiaron este año con el plan de empleo juvenil "del que solo se ejecutaron 9.000 euros". Tampoco se mostró satisfecha con la previsión de humanizaciones. "Vigo tiene 1.700 calles y ustedes actúan sobre el 1%, además repiten los mismos viales un presupuesto tras otro", advirtió la portavoz popular, que reclamó más actuaciones en las parroquias: un plan de asfaltado de carreteras y otro de aceras. "Vuelven a ser las grandes olvidadas", afeó al gobierno vigués, al que sigue planteando ayudas directas por hijo y mejoras en un transporte público "tercermundista".