Elena Muñoz integra en su candidatura al equipo de Lucía Molares y se despeja de esta forma el camino para el congreso del 17 de diciembre en el que se decidirá la presidencia del PP de Vigo. Una semana después de formalizar sus candidaturas por separado, comparecieron ayer juntas en la sede de Areal para anunciar una alianza con el objetivo de "construir en común el futuro del partido". "Hemos encontrado un nexo de unión muy importante", destacó Muñoz tras confirmar, como adelantó FARO, que las conversaciones mantenidas esta semana y cerradas la mañana del viernes habían dado sus frutos. La carrera por el liderazgo del PP vigués será a partir de ahora cosa de dos: Muñoz o Guerra.

El acuerdo de integración del proyecto de Molares con el de Muñoz se asienta sobre cuatro puntos fundamentales: "ahondar en la renovación del partido, reestructurarlo para hacerlo más fuerte, dar mayor participación a los militantes y dotarlo de más transparencia". Sobre estos cuatro ejes se fue construyendo un pacto con el que ambas dirigentes afirman que sale ganando el partido. "Juntos somos más fuertes", insistió Muñoz, encargada de anunciar el acuerdo y de mostrar voluntad de incorporar a parte del sector crítico que respaldó a Molares para que pugnase por la presidencia del PP.

La directora de SEPES, Entidad Estatal de Suelo, ocupará la vicepresidencia en la ejecutiva que la nueva candidatura unitaria liderada por Muñoz someterá a votación en el congreso de diciembre. Las primeras palabras de Molares en la comparecencia fueron de agradecimiento a los militantes que respaldaron su proyecto y que reclamaban cambio en la agrupación más importante del PP gallego. A ellos dirigió varios mensajes con el fin de convencerlos de que este proceso de unión dará como resultado "un PP fortalecido".

"Lo importante es hacer un partido más fuerte y no tanto las personas. Todos tenemos que ser generosos sin que eso impida dar nuestra opinión", apuntó Molares, que reconoció que para la gente que la apoyaba "era básico renovar la formación para coger impulso" después de unas elecciones municipales en las que se han quedado con siete concejales y unas autonómicas en las que lograron el peor resultado del partido en las siete ciudades.

Molares da un paso atrás siete días después de formalizar su precandidatura. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Ayer explicó que entonces no había habido contactos con Muñoz y que a lo largo de esta semana comprobaron "que había muchos puntos en común para trabajar y Elena -Muñoz- se compromete a concretarlos en el programa", explicó Molares, que confía en mantener el respaldo de los militantes que la apoyaron para la presidencia. "Si confiaban en mí para presidir el partido, espero convencerlos de que esto es lo mejor para el PP", avanzó a un mes de la votación.

En la comparecencia conjunta, la directora de SEPES también reveló que había mantenido contactos con el otro candidato, Javier Guerra, pero que entendió que su planteamiento de "una directiva más independiente del grupo municipal -que lidera Muñoz- al final podría ser un hándicap".

Mientras Molares insistió en la necesidad de "seguir ilusionando a la militancia para que se sientan integrados en la vida del partido y orgullosos", Muñoz planteó las propuestas de cambio como un compromiso también con la ciudadanía viguesa. "El objetivo es diseñar un proyecto en el que todo Vigo se sienta identificado" y para ello considera necesario que gente nueva "dé un paso adelante" y asuma mayores responsabilidades en el futuro inmediato de la formación.

Tras la base del acuerdo sellada en las últimas horas alrededor de la renovación, la transparencia, la participación y la integración de equipos, Muñoz avanzó que en las próximas semanas "se redactará un programa completo que reúna a todas las sensibilidades. Un proyecto conjunto que tenga en cuenta a los militantes", precisó.

Tras la fusión de candidaturas, las cuentas son ahora mucho más favorables a la actual portavoz municipal del PP, que presentó el viernes 600 apoyos y contaría con los 201 que aporta Molares, aunque será hoy cuando se conozca el censo oficial de afiliados con derecho a votar en el congreso. Los números son optimistas y cuenta además con el respaldo de la dirección provincial y de Feijóo.

No obstante, ayer Muñoz aseguró que deja "la mano tendida" a la candidatura de Javier Guerra "para llegar a posibles confluencias". Manifestó que podría haber "puntos de entendimiento" aunque también dejó claro que "el debate y que haya varias propuestas es positivo" e inédito en la formación conservadora donde hasta ahora el debate por el liderazgo no era público.