En la Unidad de Neonatología del Chuvi pasan sus primeros días de vida unos 250 bebés prematuros al año. Esto supone que uno de cada trece partos en el Álvaro Cunqueiro se producen antes de que la madre concluya el período normal de gestación. Una media ligeramente inferior a la global, que se sitúa en un 10%.

El bebé más pequeño de los atendidos por Neonatología este año pesó tan solo 400 gramos de peso, que llegó a bajar a 380 gramos en sus primeros días de vida, como suele suceder. Pero no es el peso, sino la semana de embarazo la que marca si un bebé es prematuro. La mayoría de los 250 bebés que pasaron por la unidad son "ochomesinos" -entre 34 y 36 semanas- y solo un 1% nace a las 32 semanas.

La unidad, que cuenta con 16 incubadoras de UCI y con 27 más en el resto del servicio, se engalanó ayer con globos y guirnaldas con calcetines y pañales para celebrar el Día Mundial del Niño Prematuro, a iniciativa del equipo de enfermería.

El tiempo que los prematuros están ingresados en la unidad es variables. Lo normal es que permanezcan hospitalizados el tiempo que les habría faltado hasta completar la gestación. Sin embargo, se puede acortar a un mes, según la evolución del niño. Habitualmente, cuando supera los dos kilos de peso.