El motor económico e industrial de Galicia, su ciudad más poblada, urbana y con mayor músculo empresarial, oculta en su interior un auténtico "tesoro verde". La tupida red de sendas forestales de Vigo sigue creciendo a buen ritmo y supera ya los 120 kilómetros. Desde que en 2014 el Concello, en estrecha colaboración con la Mancomunidad de Montes, empezó a trazar y señalizar rutas por las parroquias del municipio, el número de recorridos no ha parado de crecer. Y con ellos, la afición por el senderismo. En los dos últimos años el Ayuntamiento se ha implicado en el diseño y señalización de sendas en los montes de Beade, Bembrive, Candeán, Comesaña, Coruxo, Matamá, Saiáns y Zamáns que suman en total 55,6 kilómetros. A ellas, en breve, se añadirán dos nuevas rutas: una ya prácticamente finalizada en Valladares, de 7,2 kilómetros; y otra en la que están trabajando los técnicos de la Concellería de Medioambiente -codo con codo con la comunidad de montes- en Cabral y que rondará los 7,4 km.
Las dos nuevas rutas disparan a 70,2 los kilómetros de rutas marcadas, señalizadas y desbrozadas por los montes de Vigo. Una tupida malla a la que se suman además la "joya de la corona" de la red forestal de la ciudad: el bautizado como "Sendero Panorámico GR-53", de 39,9 km y que se prolonga a lo largo de tres tramos que transcurren en su práctica totalidad por terrenos de Vigo: Saiáns-A Pasaxe, A Pasaxe-Puxeiros y Puxeiros-A Madroa. Completarlo exige cerca de 17 horas de caminata y está catalogado por los expertos como un recorrido de dificultad "media". El GR-53 se complementa con dos pequeñas variantes, añadidos al tronco central y que alcanzan entre ambas 17,4 kilómetros. En total: más de 120 km de pasillos verdes para conocer la riqueza paisajística, natural y etnográfica de Vigo.
A diferencia del GR-53 y sus dos variantes, las nuevas rutas forestales comparten varias características. Todas están comunicadas con el bus urbano y disponen de espacios donde aparcar el coche mientras se recorre la ruta. También comparten un trazado circular, un diseño que permite a los senderistas empezar y terminar sus paseos en el mismo punto. En la práctica ese detalle ofrece una ventaja muy importante a los senderistas: pueden regresar a sus vehículos o a las paradas del bus sin tener que desandar todo el recorrido. Otro detalle importante es que las rutas están señalizadas y disponen de paneles informativos que explican los monumentos, plantaciones, miradores, vestigios arqueológicos... que se encuentra el senderista a su paso.
Los senderos verdes de Vigo. // Simón Espinosa
La futura ruta de Valladares es un buen ejemplo. El presidente de la comunidad de montes de la parroquia, Gregorio Álvarez, explica que el itinerario recorre Monte Cepudo, Monte dos Pozos y la capilla de Nosa Señora do Monte Alba, entre otros puntos. "Tiene muy buenas vistas panorámicas a la ría, O Val Miñor y Rande", anota Álvarez, quien invita a disfrutar de otros dos atractivos del paseo: las plantaciones de especies autóctonas que se reparten por la parroquia y su famosa ruta de las esculturas. El responsable de los campos de Valladares anima a gozar del patrimonio paisajístico del municipio, para lo que las sendas circulares ofrecen una oportunidad única. "Queremos que el monte también tenga un aprovechamiento social", aboga.
La comunidad de montes y el Concello atajan los flecos finales para estrenar la ruta, que -según avanzan desde Praza do Rei- protagonizará ya una marcha de senderistas este domingo. Para quienes se animen a participar el Concello ha diseñado dos variantes al trazado original de 7,2 km: una de 11,7 km y que exige unas tres horas y media de caminata; y otra, más suave, de 8 km que se completan en aproximadamente tres horas. En ambos casos el nivel de dificultad es de tipo "medio-alto".
La ruta de Cabral tardará un poco más en estar lista, aunque desde el Concello confían en que pueda estrenarse antes de que finalice el año. En el diseño de los recorridos los técnicos buscan cumplir tres objetivos: que el recorrido esté conectado con el GR-53, que se convierte así en el "tronco" de todas las rutas locales; que el trazado sea circular y que recorra únicamente monte comunal. Desde Praza do Rei recalcan también el importante papel de las comunidades de montes y su implicación.
Una "malla verde" tejida gracias al Camiño a Camiño
- La "malla verde" de sendas forestales que está cubriendo los montes de Vigo se teje con la implicación fundamental del programa municipal "Camiño a Camiño". Sus decenas de voluntarios son quienes se encargan de marcar las rutas, instalar y pintar los postes que permitirán a los senderistas guiarse durante sus paseos, velar por que todo esté a punto antes de las caminatas... Un papel crucial que ya desempeñaron a la hora de preparar los senderos de Zamáns o Coruxo, y que vuelven a jugar ahora en la puesta a punto del nueva recorrido por los montes de Valladares. Ayer mismo voluntarios del "Camiño a Camiño" pintaban estacas cerca de Monte dos Pozos.Hace justo un año sus esfuerzos se centraban en la senda forestal de A Guía, otra de las incorporaciones de la red local, que suma cerca de cinco kilómetros repartidos por la falda del monte y el litoral. Es además la primera ruta en zona urbana. La otra opción en el casco urbano es la bautizada como "Senda Azul", que arranca en la Avenida de Madrid y sigue el curso del Lagares durante más de 8,1 kilómetros.En el sendero de Valladares los voluntarios de "Camiño a Camiño" instalaron entre 75 y 90 estacas, además de señales complementarias a lo largo de todo el recorrido y paneles informativos en los puntos de mayor interés.El Concello detalla que desde hace más de dos años hay una docena de voluntarios que se encargan del mantenimiento de los recorridos, incluido el GR-53.
