Droga, tabaco, plantas, semillas y armas, muchas armas. Los agentes de la Guardia Civil al frente de la sección de Destacamento Fiscal del aeropuerto de Peinador inspecciones hasta seis armas de fuego al mes en sus controles de importación, exportación o movimiento internacional. En total fueron 77 los artefactos interceptados, entre ellos rifles, escopetas o pistolas, por los agentes de Aduanas durante el año pasado. Esta mercancía viaja en formato paquetería y todas pasan un exhaustivo examen por parte de los agentes para determinar su legalidad y posible continuidad en la circulación.

Las armas interceptadas por los agentes deben estar amparadas por una legal documentación que avale su circulación. "Por un lado revisamos que su propietario cuente con licencia de armas, a continuación estudiamos su lugar de procedencia y también por las manos por las que ha pasado el arma, es decir, lo que se conoce como guía de circulación. Todo el armamento que entra en Peinador debe contar con esta documentación en regla. Si no es así, se procede al decomiso del arma", avisa el comandante de la Guardia Civil, José Corral.

En caso de que no se cumpla con la documentación legal requerida, los agentes incautan el ejemplar y abren una investigación. "Lo principal es descubrir quién lo manda y para quien va recibido. Si los datos no concuerdan o creemos que puede tratarse de un caso de tráfico de armas se abre diligencias sobre el dueño y el caso podría terminar incluso en los juzgados", asegura Corral, quien reconoce que este caso solo se da en "situaciones muy extremas". Gran parte de este armamento es de fabricación y circulación nacional. "Ves bastantes casos de armerías que devuelven armas estropeadas o de personas que las entregan para reparar", apunta, para explicar que la competencia única sobre armas de fuego en territorio nacional corresponde al cuerpo de la Guardia Civil.

Salud pública

Entre otras actuaciones de los agentes del Destacamento Fiscal destaca la prevención de delitos contra la salud pública, contrabando o fraude fiscal. Los agentes aprehendieron 8,370 kilos de cocaína procedentes de la República Dominicana y transportada en botes de higiene personal como jabones y champús. También se intervinieron 4.916 cajetillas de tabaco y 200 putros con un valor total de 24.539 euros. Éste procedía de las islas Canarias, única incautación nacional, ya que el resto de incautaciones son de viajeros procedentes de Sudamérica.

Los agentes también impusieron 525 infracciones por decomiso de productos de origen animal que forman parte del equipaje de mano de viajeros internacionales cuya introducción en la UE (Unión Europea) está prohibida e incluso 84 productos de origen vegetal, la mayoría plantas invasores que destruyen el ecosistema de la zona.