La pelea por conquistar la Presidencia del Partido Popular libra estos días su segundo round, éste mucho más decisivo por cuanto podría dejar a alguno de los tres aspirantes besando la lona. Si el sábado Elena Muñoz, Lucía Molares y Javier Guerra lograron pasar con mayor o menor grado de solvencia el primer corte, ahora tienen por delante apenas 72 horas para lograr la nominación oficial como candidatos.

Porque en tres días deberán presentar ante el comité organizador 200 avales que ratifiquen los apoyos recibidos por parte de la militancia. El pasado fin de semana solo tenían que aportar 70 y esa cifra fue superada por los tres: Muñoz con más de 600, Molares con 201 y Guerra con 108. Pero los avales de este sábado deben reunir dos requisitos: primero, que sean exclusivos -es decir, no compartidos por otro rival- y segundo, que el afiliado esté al día en el pago de la cuota del presente ejercicio (36 euros). Y esta segunda exigencia ya es harina de otro costal.

En el PP admiten que de los casi 5.000 militantes teóricos solo una mínima parte ha sufragado la cuota de este año (las de los anteriores no cuenta), por lo que ahora los equipos de los tres candidatos se afanan por confirmar que sus apoyos iniciales tienen legitimidad para ser considerados respaldos válidos. Y lo están haciendo a golpe de teléfono. "Hola Paco, gracias por apoyarme, ¿pero estás al día en la cuota del partido?". Esta es la pregunta que muchos afiliados están recibiendo de los colaboradores de Muñoz, Molares y Guerra. Y la respuesta con frecuencia suele ser negativa. Así que el siguiente paso es convencer a su simpatizante para que se rasque el bolsillo y se ponga al día. En caso contrario, su apoyo es papel mojado. Solo tiene valor moral.

Fuentes del PP calculan que al final serán "un millar o quizá unos pocos cientos más" los que puedan votar en el Congreso de diciembre tras satisfacer las exigencias. La candidatura de Guerra, sabedora de que la aspirante oficialista Muñoz afronta la batalla con ventaja al contar con la protección y el auxilio del aparato del partido, había solicitado que se abriese la puerta a que todos los militantes -es decir los 5.000- pudiesen emitir su veredicto. Sin embargo, su propuesta fue rechazada por el comité organizador. Así que ahora toca mucho teléfono para evitar una caída por KO antes de tiempo.