La Autoridad Portuaria de Vigo (APV) y la naviera Suardíaz han acordado empezar a trabajar con el objetivo de ampliar la Autopista del Mar entre Vigo y Saint Nazaire (Francia) hacia el norte de Europa y hacia el sur, concretamente hacia Tánger, en Marruecos. También se ha avanzado a la intención de iniciar una cuarta frecuencia toda vez que la carga transportada ya está próxima a colmar las expectativas existentes para las tres veces semanales que se cubren ahora.

Así lo han comunicado este miércoles el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, y el presidente de la Flota Suardíaz, Juan Riva, que han indicado que su objetivo inmediato es plantear a la Unión Europea que "no es conveniente que las autopistas del mar acaben en terreno comunitario", así como la necesidad de "afianzar" el Corredor Atlántico.

En relación a ello, Riva, que ha apuntado que esta es "una apuesta de riesgo y de inversión muy importante", ha reconocido que la ruta "existe, pero no como autopista", lo que implicaría el establecimiento de escalas regulares. Así, López Veiga ha incidido en que tratarán de convencer a la Unión Europea de que "es necesario" porque tendrán que estar preparados "para 2018-2019".

En cuanto a los resultados actuales, Riva ha dicho que se están cumpliendo las expectativas, ya que "ha aumentado claramente la clientela y sobre todo se ha diversificado". "La industria de Galicia, Francia y norte de Portugal, la ha acogido como una necesidad que tenía", ha subrayado, lo que ha vinculado a que ahora se planteen ampliar la autopista, así como incrementar las frecuencias.

Actualmente, la Autopista del Mar entre Vigo y Saint Nazaire cuenta con tres frecuencias semanales y, según el presidente de Suardíaz, funciona "mejor en sentido norte que en sentido sur". En todo caso, ha dicho que la media está llegando a la expectativa que se habían marcado, por lo que, "una vez que llegue", prevén pasar a una cuarta escala.

No obstante a estas cuestiones, ha mantenido que la autopista "no es rentable" porque todo el apoyo y las ayudas que existen se están destinando "a mejorar las condiciones de los clientes". "El que se favorece en última instancia es la industria", ha refrendado, antes de indicar que el objetivo es "conseguir volumen y frecuencia para que sea rentable por sí misma y sostenible en el tiempo".