El que golpea primero lo hace dos veces. Inspirados por esta máxima, el equipo de campaña de Elena Muñoz, la portavoz municipal popular, aspira a reunir cientos de avales -algunas fuentes los elevan a 500- para presentarlos mañana en la sede del partido, pese a que en esta primera fase de la candidatura a presidir el PP sólo se necesitan 70. El propósito del alarde sería disuadir a su rival Javier Guerra de ue finalmente concurra. En esta batalla, todavía soterrada, los colaboradores del exconselleiro advierten de que su objetivo es mostrar "200 avales y alguno más". Mientras Lucía Molares, la tercera persona en discordia, se reunirá hoy con una y otro para conocer su proyecto de partido y sólo después tomará una decisión sobre qué hará. Pese a que está manteniendo la incógnita sobre su posición y que incluso algunas personas afines están también recogiendo avales en su nombre, en el PP se da "casi por seguro" de que Molares finalmente desistirá de presentarse como candidata y se sumará a la de Muñoz.

Aunque sólo se trata de un primer asalto, estrechos colaboradores de Muñoz admiten que este fin de semana "es importante pero no definitivo". Entre hoy y mañana los aspirantes -Muñoz ya lanzó oficialmente su candidatura y Guerra todavía no, aunque se está empleando a fondo- deberán exhibir la fuerza de la militancia con la que cuentan. Aunque en esta fase sólo deben aportar 70 avales cada uno -en la siguiente la cifra se elevará a los 200-, entre el grupo de Muñoz se ha extendido la idea de que "cuantos más aportemos, será mejor, porque transmitiremos una imagen de fortaleza y unidad. Y si aventajamos a Guerra en muchos, quedará claro que nuestra opción es la mayoritaria, la que mejor representa y se identifica con el sentir de los afiliados". Con este fin, algunos colaboradores consultados incluso se animan a dar la cifra de 500 avales. "Estamos buscando el voto militante a militante, llamando uno a uno, porque queremos que quede muy claro que somos la candidatura de la mayoría", aseguran. Otros, sin embargo, no se muestran tan seguros de la conveniencia de "mostrar todas las cartas al principio; habría que saber antes cuántos tiene Guerra". Pero también admiten que si se quedan cortos en la presentación de apoyos -pese a tener más en "la recámara"- y el exconselleiro los supera, "él daría todo un golpe de efecto, parecería que va en cabeza".

"Sumar voluntades"

En el entorno de Guerra, mientras, se asegura que trabajan en un proyecto de "suma de voluntades" para formar una candidatura "independendiente de la dirección gallega" que reúna a los críticos con Muñoz, en alusión, aunque sin citarla a Lucía Molares y las personas que la apoyarían. En declaraciones a Europa Press, aseguran al mismo tiempo que "están abiertos a dialogar con la portavoz municipal.

Pese a esa oferta de mano tendida, la realidad es que Guerra acusa a la candidatura llamada oficialista -al contar con el respaldo del aparato local y de la complacencia de la dirección gallega presidida por Feijóo- de irregularidades y falta de transparencia tanto en la convocatoria del congreso como en el censo definitivo de afiliados. "Si la candidatura de Muñoz ha manipulado el censo o aparece un gran número de afiliados, no descartamos ir a los tribunales", advierten.

Si bien se da por seguro que tanto Muñoz como Guerra cumplirán sobradamente el primero compromiso de los 70 avales, en el PP nadie discute que lo que ocurra este sábado puede ser clave. "Si demostramos que somos mucho más fuertes, quizá Guerra y su gente se lo piensen un poco más y finalmente decidan dar un paso atrás. Aunque con Javier nunca se sabe", admiten.