Aunque compartieron mesa y decisiones durante su etapa en la Xunta, la relación de Muñoz y Guerra no atraviesa su mejor momento político.Las diferencias se han agravado por el deseo de los dos de optar a la Presidencia del PP. Según personas próximas a ambos, en los últimos meses han mantenido varios encuentros en busca de confeccionar una candidatura de consenso, pero siempre fracasaron. Guerra no acepta otro rol que el de presidente de la formación y le ofreció a Muñoz ser secretaria general y, en un futuro, candidata a la Alcaldía -puesto al que el propio exconselleiro descarta optar-, pero ella rechazó de plano esa posibilidad al creer muy perjudicial una bicefalia que nunca ha dado buenos resultados en la ciudad.