La autopsia practicada al cuerpo del maquinista del tren Celta que descarriló en O Porriño (Pontevedra) el pasado 9 de septiembre ha resultado negativo para sustancias tóxicas como alcohol o drogas, según han informado fuentes consultadas por Europa Press.

Las autopsias de los cuatro fallecidos --otras 49 personas resultaron heridas-- se realizaron el propio día del accidente, jornada en la que los cuerpos de los ciudadanos españoles fueron entregados a sus familias.

Por su parte, la policía judicial solicitó las huellas para poder proceder a la identificación oficial de los cuerpos del maquinista, de nacionalidad portuguesa, y de uno de los viajeros, estadounidense.

Ya el martes 13, tras algún problema que surgió con la documentación, se pudo confirmar la identidad del conductor, que entonces fue repatriado a Portugal.

Instrucción

Por otra parte, la instrucción, a cargo del Juzgado de Instrucción Número 2 de O Porriño, prosigue, y en el sumario ya consta la documentación aportada por el administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif).

Adif indicó en esos documentos que el convoy siniestrado, que hacía el recorrido Oporto-Vigo, había sido desviado a modo de prueba tras una incidencia electrónica con otro tren el día anterior. Al respecto, la entidad pública empresarial defiende que es una operación habitual en la red ferroviaria.

Ahora, fuentes consultadas por Europa Press señalan que es previsible que la juez llame a declarar a los responsables de Adif con el objeto de que expliquen este extremo en sede judicial.

Desvío

El Tren Celta atraviesa la estación de O Porriño normalmente a unos 100 kilómetros por hora, ya que no hace parada en ella, pero ese día fue desviado a una vía secundaria.

Para circular por ella, el maquinista debía reducir la velocidad hasta unos 30 kilómetros por hora, cosa que el tren no hizo, pese a pulsar el conductor el botón correspondiente.

Ese tren en concreto tenía un sistema de seguridad, el denominado 'Asfa' básico, que no frena el convoy en caso de que el maquinista no reduzca la velocidad hasta el tope marcado en un determinado punto de la vía.

Era de la serie 592 de Renfe, que tiene estos trenes alquilados a Comboios de Portugal para operar, entre otras, la línea que conecta Oporto con Vigo.