El Álvaro Cunqueiro ya centraliza todos los medicamentos que se consumen en el Chuvi, los centros de salud y doce residencias sanitarias. Este enorme almacén tiene capacidad para 90 metros cúbicos de 2.500 fármacos distintos y son robots los que controlan sus existencias.

Solo una pequeña parte de los cuatro antiguos almacenes de medicamentos del complejo estaba robotizada y su control era manual. Este sistema totalmente informatizado y que gestiona los medicamentos por sus códigos de barras, minimiza los fallos humanos, alerta de lo que hace falta reponer, vigila las caducidades, registra quién accede...

El almacén principal se sitúa en la planta -2, con acceso directo a la zona de descarga de proveedores. En quirófanos y críticos hay 15 botiquines inteligentes. Desde un monitor, la enfermera accede a la ficha del paciente, selecciona un tratamiento y solo se abren los cajetines con los medicamentos precisos.