Los cementerios de la ciudad apuran los últimos detalles para lucir una de sus mejores imágenes en el Día de Todos los Santos. Cientos de vigueses se acercaron a los camposantos que hay repartidos por la urbe olívica para adecentar los nichos de sus familiares y colocar flores frescas y velas a su lado.

El cementerio de Pereiró, uno de los que más afluencia de visitantes tiene a lo largo del año, recibió ayer un goteo continuo de personas. Como ya es tradición en estas fechas, tanto el situado en las inmediaciones del parque de Castrelos como el resto de recintos municipales, ubicados en Lavadores, Matamá, Teis, Beade, Bembrive, Candeán y Zamáns, ampliaron su horario habitual para dar más facilidades a los asistentes.

Entre los presentes ayer en las instalaciones del camposanto de Pereiró se encontraban quienes acuden semanalmente a ver los nichos de sus familiares y amigos, aquellos que se acercan en contadas ocasiones a lo largo del año e incluso los que por unas u otras causas solo asisten con motivo de la festividad del 1 de noviembre. "No vivimos en Vigo y por razones de trabajo no podemos venir todo lo que nos gustaría", explica Julio Rodríguez, residente en Zamora, quien añade que es un "habitual" el Día de Todos los Santos.

Caso contrario es el de José Oubel, vecino de Balaídos y que visita los nichos de sus allegados cada semana. Ayer, como siempre hace, limpiaba a fondo el cristal que cubría la lápida de uno de sus familiares. "Estas fechas siempre son especiales. Yo vivo muy cerca y vengo cada pocos días a poner flores", reconoce Oubel.

Los hermanos Carlos y Hugo Pérez también son habituales en las dependencias del cementerio de Pereiró. "Venimos varias veces a la semana, por lo que no cambiamos nuestra rutina con motivo del 1 de noviembre. Somos asiduos y lo seguiremos siendo", advierten ambos. "Lo que sí es cierto es que durante estos últimos días hemos notado que la afluencia de personas ha sido menor en comparación con años anteriores", manifiesta Hugo Pérez.

Dolores Pérez no ha dejado de acudir semanalmente al cementerio los últimos 30 años. Solo algún problema puntual de salud le ha impedido ser fiel a su cita. "Vengo a honrar y recordar a mi padre, y aunque siempre tiene flores frescas, el 1 de noviembre enciendo una vela junto a su lápida", admite Pérez.

Los negocios que comercializan flores y velas en las inmediaciones de los camposantos agradecen el aluvión de clientes durante los últimos días, aunque señalan que el buen tiempo y que el Día de Todos los Santos coincida con el final de un puente han hecho que la facturación sea menor. "Es cierto que vendemos más, pero otros años el porcentaje era todavía mayor. No hemos hecho nuestro agosto porque todavía estamos en agosto", bromea en alusión al buen tiempo Marcos Martínez, quien tiene dos puestos en la entrada del cementerio de Pereiró.

Javier Sotelo trabaja como florista desde hace más de una década y su comercio sí que nota la llegada de la festividad del primer día del mes de noviembre. "Esta semana facturamos más dinero que el mes anterior", ejemplifica Sotelo.

Para evitar que la afluencia de visitantes colapse el tráfico durante la jornada de mañana, la Policía Local desplegará un dispositivo especial en los principales camposantos. Además, Vitrasa habilitará líneas especiales para facilitar el traslado de las personas.

Todo para recordar la figura de aquellos seres queridos que un día se fueron pero que todavía perduran en la memoria de cada persona.