Vigo es una ciudad industrial. Desde sus inicios basó su crecimiento en este ámbito. Pese al crecimiento histórico cosechado este verano en el ámbito turístico, favorecido por el buen tiempo, la urbe tiene capacidad para incrementar el número de visitantes, algo que desde distintos sectores pretenden potenciar apoyándose para eso en la industria y en el mar. "Lo primero que debemos hacer para mejorar y poder recibir un mayor número de turistas es crear una idea de ciudad", señala Vicente Caramés, director del Museo del Mar, quien añade que "de nada vale tener un número infinito de elementos industriales si no partimos de una misma base".

Para Caramés lo esencial es que exista voluntad por parte de las instituciones, dejando a un lado el aspecto monetario, "porque sí se quiere, se puede", alega. Opinión distinta es la que mantiene José Manuel Lopes, director el Museo de la Industria Textil de Bacia do Ave (Portugal), quien, bajo su experiencia, admite que es primordial incrementar las ayudas para el desarrollo del turismo. "Sin dinero es difícil alcanzar los objetivos", sentencia.

Sin embargo, el director del museo portugués sabe de la dificultad que entraña el aporte de capital, sobre todo cuando se está hablando de un producto tan novedoso como el del turismo a través del patrimonio industrial. "Si los gobernantes no tienen paciencia y lo que esperan es ver los resultados de inmediato será una pérdida de tiempo. El reporte económico siempre se produce a medio y largo plazo", matiza Lopes.

Carlos Antunes, su homólogo en el AquaMuseu de Vilanova de Cerveira, opina que la ciudad olívica tiene mucho trabajo por delante al considerar que ha desatendido una fuente de ingresos tan importante como la del turismo. "Vigo tiene un camino muy largo que recorrer y hace falta tanto voluntad como inversión. Sí se quiere se puede, pero hace falta dinero", explica.

En lo que sí coinciden los tres profesionales es en señalar el "indudable" potencial que tiene la ciudad en relación al turismo industrial. "Vigo tiene un gran patrimonio que debe ser puesto al servicio de su gente y de los visitantes", considera Lopes. "Vigo se configura sobre el eje del mar y ahí es una de las mejores localizaciones de toda la península ibérica", advierte Caramés. Para Antunes, lo que debe poner en valor la urbe es su "amplia" cultura marítima. "Tiene un potencial inigualable", señala.

Alianza con Portugal

Los profesionales gallegos y lusos señalan que es imprescindible la alianza entre Vigo y las urbes del norte de Portugal para crear y potenciar el turismo industrial marino. "Juntos somos más fuertes, y si de algo nos podemos beneficiar las dos regiones sería absurdo que cada una actuase por su cuenta sin tener contacto con la otra", argumenta Antunes, quien tiene claro que "el proyecto debe ser común".

En la misma línea, aunque más cauto, se muestra Caramés, quien matiza que "lo primordial es crecer en Vigo", aunque añade que "toda colaboración con otras ciudades es positiva".

La ciudad es un gigante dormido que poco a poco empieza a desperezarse y a buscar nuevos estímulos y atractivos que ofrecer a sus visitantes.