Una agresión con palos a un joven a causa de una deuda ocurrida hace dos años en Vigo, en la que acabaron también lesionados dos usuarias del gimnasio ante el cual fue el altercado y dos policías, escribió ayer su último capítulo judicial con una vista en la que los acusados, un matrimonio y sus dos hijos naturales de la República Dominicana y con nacionalidad española, asumieron la autoría. Los dos jóvenes aceptaron 3 años y medio de cárcel y 720 euros en multas por un delito de amenazas, otro de lesiones y otro de atentado a agentes, así como cuatro faltas de lesiones. El padre se conformó con año y medio de cárcel por las amenazas y el atentado, junto a una sanción de 360 euros, y la madre asumió 6 meses de prisión e idéntica multa al limitarse su responsabilidad al enfrentamiento con los policías.

El altercado que ayer fue a juicio en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo sucedió la tarde del 14 de abril de 2014 en el barrio de Teis. El padre, J.A.L.R., y los dos hijos, J.A. y B.A.L.B., llevaban un tiempo reclamando una deuda a la víctima, un joven vigués, intimidándole con que si no pagaba irían a por él o por su familia y los matarían. Pero tras estas amenazas verbales los dos hermanos dominicanos, con una tercera persona no identificada, acabaron presentándose en el gimnasio en el que entrenaba el chico, donde, relata la Fiscalía, se encararon con él. "Si no pagas no sales vivo de aquí", le dijeron, al tiempo que uno cogía unos palos que había en las instalaciones -material del centro-.

La víctima les pidió que salieran al exterior, ya que allí había más personas, y una vez fuera, ambos agresores comenzaron a golpear al chico con los palos por todo el cuerpo, llegando a romperlos. En ese momento llegó el padre de los jóvenes con un cuchillo de cocina con el que se acercó de forma amenazadora al perjudicado. Uno de sus hijos lanzó uno de los trozos de un palo a la cabeza de la víctima, pero éste esquivó el golpe y el material impactó con un cristal de la entrada del gimnasio, alcanzando a dos usuarias del mismo que habían salido a ver lo que sucedía. Una de las heridas, de 29 años, es gimnasta federada además de bailarina y pianista, y sufrió una fractura que durante el tiempo de curación le impidió realizar ninguna actuación.

Violencia

Ante la violencia de la situación llegó una primera patrulla de la Policía Nacional. El padre de familia ocultó el cuchillo que portaba en una mochila que tiró al suelo. En un primer momento los agentes lograron que este hombre y sus hijos se pusieran contra la pared. Pero de repente la situación se descontroló: el progenitor lanzó contra un coche a un policía al tiempo que seguía intentando alcanzar al joven que le debía dinero, sus hijos intentaron escapar y apareció en escena la madre, R.B.A., que golpeó al agente que intentaba reducir a su marido. Uno de los efectivos llegó a sacar su arma reglamentaria para que el cabeza de familia se pusiera contra la pared.

Tras aparecer otra patrulla de refuerzo, los agentes lograron por fin reducir, detener e introducir en los vehículos policiales al matrimonio y sus hijos, aunque éstos, relata la fiscal, seguían mostrando "gran agresividad". Los efectivos se incautaron de cuatro palos de madera rotos y la mochila con el cuchillo. Además de la víctima, para el que se pedía indemnización de 1.500 euros, resultaron lesionados las dos clientas del gimnasio y dos agentes, para los que también se instaron cantidades por sus lesiones.