La Fiscalía solicita tres años de prisión para dos varones acusados de defraudar 361.718 euros a Hacienda en el impuesto de hidrocarburos a través de la empresa que administraban, Biogal Centro Energético, dedicada a la distribución de carburante. Además de la pena de cárcel, el Ministerio Público pide a la entidad el pago de una multa de 500.000 euros y a los dos investigados otra multa de idéntica cantidad.

Los hechos se remontan a diciembre de 2012. Tal y como se extrae del escrito de acusación, el hasta el momento administrador único de la mercantil Biogal Centro Energético, E.A.C. transmitió la totalidad de las acciones de la sociedad por el precio de un euro al pensionista J.C.A., pasando a ser éste su administrador último.

A mediados de diciembre, E.A.C., presentó en la Oficina Gestora de Impuestos de Pontevedra el cese de la actividad de Biogal, manifestando que los depósitos de la instalación se encontraban vacíos. La Administración Tributaria, una vez contabilizó la cantidad de producto entrante en noviembre con el producto que quedaba el cese de la actividad, verificó que durante dicho mes se expidieron miles de litros de hidrocarburos con el impuesto devengado, es decir, ya cobrado a sus clientes pero no declarado. Según se recoge del escrito del fiscal, la expedición de producto con el impuesto devengado determinó que Biogal "incumplió con la obligación de presentar e ingresar la declaración-liquidación del impuesto de hidrocarburos para el periodo impositivo de noviembre de 2012", cuya cuota no ingresada es del 361.718 euros.

Estos hechos son considerados como constitutivos de una delito contra la Hacienda Pública en relación con el pago del impuesto del hidrocarburo. La Fiscalía sostiene que la autoría de estos hechos corresponde tanto a la empresa Biogal Centro Energético como a E.A.C. aunque no fuese ya su administrador. Los acusados deberán también indemnizar a la Agencia Tributaria con la suma de la cantidad defraudada: 361.718 euros.

Esta entidad dedicada a la distribución de carburante es una de las empresas gallegas con grandes deudas con la Agencia Tributaria, a la que le debe hasta 5,2 millones de euros.