Los conos instalados por la Policía Local en los viales del Álvaro Cunqueiro tuvieron un efecto disuasorio y durante el último mes, los coches mal estacionados han descendido. El anuncio que ayer efectuó el Concello de que comenzará a sancionar en el recinto y tramitará las denuncias presentadas por la concesionaria, ha sido definitivo. Ayer por la mañana eran pocos los conductores que estacionaban fuera del aparcamiento.

La mayoría de los que habían evitado hasta ahora pagar por aparcar asume con resignación el final de la permisividad y expone que se lo pensará dos veces antes de dejarlo fuera. Es el caso de Javier Toyos que, tras cinco horas en urgencias, sacaba el coche del parking y lo aparcaba en las inmediaciones "para no tener que pagar diez euros o más". No sabía que la Policía Local empezaría a multar. "Si sancionan, probablemente no lo volveré a hacer". No está de acuerdo con que solo quepa la opción de pagar por aparcar, pero reconoce que no hay nada que reprochar a la sanción. Rubén Meleiro se va a "pensar más" si lo deja en zona prohibida. Pero cree que las tarifas siguen siendo caras y pide "que las bajen más o que se pueda dejar el coche donde no moleste".

Hay otro grupo de usuarios que, a pesar de todo, se resisten. Esperanza Queiro defiende que "por principios" no pagará "por aparcar en un hospital tan grande a las afueras, sin plazas gratuitas y con zonas verdes de sobra para ponerlas". "Es vergonzoso", sostiene. Sara Bacelo, sabía que habían empezado a multar pero lo dejó fuera igual con la esperanza de que no le toque. "No me parece normal que no haya plazas gratis". Macarena Blanco, que siempre lo ha dejado fuera, está decidida a ir en bus o conseguir que alguien le lleve al hospital para evitar el parking.

Los viales de entrada ya están despejados, pero las colas de trabajadores que intentan acceder a su aparcamiento -de 700 plazas gratuitas- en el cambio de turno siguen bloqueando el acceso. Ayer al mediodía salían del recinto y se prolongaban por la avenida Clara Campoamor. Una trabajadora de Tomiño cuenta que ha llegado a esperar una hora y que ya sale de casa con 90 minutos de antelación para evitarlo. Sanidade asegura que está estudiando soluciones.