No es fácil afrontar las horas previas al momento de tu boda. Los nervios aumentan con el paso de los minutos, deseas que todo salga según lo previsto y tratas de estar lo más radiante posible, aunque todo resulta más sencillo si ya has pasado por el altar con anterioridad.

Cincuenta años después de contraer matrimonio, Jesús Fuentes, policía local jubilado, y Ana María Sánchez se dieron ayer el sí quiero por segunda vez, y lo hicieron en una ceremonia oficiada por el alcalde Abel Caballero, que arbitró sus primeras bodas de oro. Los contrayentes se citaron en el Pazo de Castrelos junto con una treintena de familiares y amigos para festejar las cinco décadas de unión y para refrendar sus antiguos votos. "Ha sido precioso, muy emocionante y todo ha salido realmente bien", señalaba tras el enlace María del Mar Sánchez, una de las hijas de la pareja.

Si bien no era la primera vez que acudían a prometerse amor eterno, los nervios estaban a flor de piel, tanto entre los invitados como en la pareja. "Nunca estás tranquilo porque es una ceremonia importante, pero creo que todo salió mejor que la primera vez porque ya sabíamos lo que teníamos que hacer. Nos conocíamos la lección", bromeaba Jesús tras volver a colocar el anillo en el dedo de su esposa.

Precisamente las alianzas fueron uno de los objetos que repitieron con respecto al enlace celebrado hace medio siglo en la Ribeira Sacra. "Somos de Monforte de Lemos pero nos sentimos plenamente vigueses", explicaba Jesús Sánchez, que tras trabajar en distintos países durante su juventud se asentó en Vigo hace varias décadas.

El cónyuge ejerció como policía local alrededor de 30 años en la ciudad olívica, a la par que ayudaba a su mujer en un mesón que ambos regentaron en una céntrica calle de la ciudad y que gozó de buena fama.

El matrimonio mostró su orgullo por el oficio de Caballero y su transcurso en uno de los emplazamientos más emblemáticos de la urbe. "No existe una mejor localización ni una persona más autorizada que nuestro alcalde para volver a casarnos. Estamos muy contentos de que aceptase nuestra petición", afirmaba Sánchez. Precisamente al mandatario se le vio emocionado, tanto por ser su primera ceremonia de esta índole como por comprobar que dentro de no muchos años le tocará pasar por el mismo lugar a él -Caballero recordó los 43 años que lleva casado con su esposa-.

Tras el emotivo enlace, Jesús y Ana María se volvieron a citar en el mismo lugar dentro de 25 años, cuando cumplirán 75 como matrimonio. "Volveremos aquí para celebrar nuestras bodas de platino", prometieron.