Aunque todavía nadie ha desvelado sus cartas, en el PP nadie duda de que Muñoz aspirará al cargo. Haber sido la apuesta personal de Feijóo en las elecciones locales de 2015 -pese a cosechar un resultado muy negativo- es el principal aval con que cuenta la exconselleira. Ese apoyo de la dirección autonómica, aunque menos efusivo en los últimos meses, la convierte en favorita. En todo caso, ser presidenta no significaría necesariamente repetir como cabeza de cartel a los comicios de 2019. Eso ya se vería en su momento.

Junto a ella, en el PP se da por seguro la competencia del exconselleiro Javier Guerra, que representaría al sector crítico. En los últimos meses, Guerra ha llamado dirigientes y barones del partido local en busca de su respaldo. Él defiende un partido más independiente de la dirección gallega, con mayor autonomía. Sin embargo, su abierta discrepancia con Feijóo, que prescindió de él como conselleiro, supone un hándicap notable, sobre todo ahora que el presidente autonómico acaba de arrasar en las urnas. Esta última cuestión -no ser del agrado de Feijóo- es lo que lleva a algunos a dudar de que Guerra finalmente peleará con Muñoz por la cabeza del PP local. Además, su intención de ser presidente pero nunca candidato para competir con Caballero, hace dudar sobre sus verdaderas intenciones.

Muñoz, segura; Guerra, más que probable... ¿y hay una tercera vía? Algunos se muestran convencidos de que podría surgir otra lista, pero hasta ahora el duelo se reduce a dos. El tercer hombre/mujer permanece a la expectativa.