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"Es un buenazo, no se merecía esto"

El sacerdote ofició varias misas tras el robo, antes de ser hospitalizado, en las que pidió por sus atracadores para que se "reconduzcan"

La misma jornada de la agresión, horas después, el cura aún tuvo fuerzas para dar la misa de las ocho de la tarde. Al día siguiente domingo ofició otras dos por la mañana. "Ya se encontraba peor, tenía dolores; a la tarde fue cuando ingresó en el hospital", relatan fuentes próximas a él. Ante este suceso, ahora varios párrocos se alternan para celebrar los cultos diarios que hay en el templo. Al que hubo ayer a las once de la mañana acudieron una treintena de fieles. El atraco y la agresión sufrida por el sacerdote estaban muy presentes. "¿Cómo se encuentra?", preguntaba una mujer en el templo. "La gente está muy preocupada, quiere saber cuándo podrán visitarlo...", relata Conrado Vello, el ayudante del cura en la parroquia.

"Don Antonio es un buenazo, siempre está ayudando", se escuchaba ayer en una de las cafeterías del barrio. En la misa de la mañana los fieles se mostraban aún consternados. "Es una bellísima persona; ya está mal robar, pero por encima agredirle...", se lamentaba una mujer tras finalizar el culto. Otra fiel calificaba lo ocurrido de "horrible". "Es muy buena persona, estamos encantados con él; si alguien no se merecía esto, ese era Don Antonio", señalaba a las puertas de la iglesia donde el pasado sábado ocurría el atraco.

Allí, en el templo, ayer recordaban que en las tres misas que el párroco ofició tras el robo, y antes de ingresar en el hospital, se refirió expresamente a las personas que le robaron y agredieron. "Pidió por ellos, para que se reconduzcan", afirman.

El violento asalto ocurrió en el despacho ubicado en el templo y en una habitación anexa. La Policía Nacional toma declaración a testigos y realiza otras diligencias para intentar resolver el caso.

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