Un equipo de técnicos de Adif y Renfe está desarrollando hoy nuevas pruebas periciales en la estación de O Porriño para intentar esclarecer las causas del accidente del Tren Celta que causó cuatro muertos y 49 heridos el pasado 9 de septiembre. Estos peritos ya comprobaron esta mañana el estado de la señal avanzada, según ha indicado Juan Carlos Carballeira, técnico judicial. Este dispositivo ha permitido conocer que la primera alerta que indica la necesidad de moderar la velocidad funcionó el día del siniestro.

Esta confirmación se produce después de que a finales del mes pasado se comprobase que los frenos también funcionaban. Los técnicos también van a hacer pruebas hoy de levantamiento topográfico. Con ello se obtendrá información para hacer una simulación en tres dimensiones de los últimos metros que recorrió el tren antes del fatal accidente. Por ahora se ha apuntado al exceso de velocidad como, al menos, una de las posibles causas, puesto que el tren circulaba a 118 kilómetros por hora en un desvío en el que tendría que ir a 30. La investigación centra sus esfuerzos en descubrir por qué la velocidad de la locomotora no se redujo.