El Puerto de Vigo lanzó ayer un contundente aviso a los operadores de la terminal de Bouzas: o rebajan los costes o privatizará la explanada. Transcurridos ocho meses desde la liberalización de la carga y descarga de vehículos en este recinto, las empresas siguen recurriendo a trabajadores de la Sociedad de Estiba (Sagep) en lugar de prestar el servicio con personal propio. Acogiéndose a esta posibilidad -contemplada en el decreto aprobado en febrero-, podrían abaratar sus tarifas hasta un 38%. Enrique López Veiga apela a la "voluntad empresarial". Ante las pérdidas de un millón de euros que generan la terminal pese a registrar el mayor movimiento de los muelles vigueses, el presidente portuario se plantea sacar a concurso la concesión de la explanada. "No es la opción que deseo", argumentó al término de Consejo de Administración. La otra medida que baraja pasa por una subida de las tarifas, "y no estoy dispuesto a que esto repercuta en el principal usuario, PSA", advirtió.

La dirección de la factoría automovilística ya ha sido informada por el Puerto del ahorro que obtendría su filial logística, Gefco, de aplicarse la liberalización de la prestación de servicios portuarios en Bouzas. Según cálculos de Praza da Estrela, en torno a tres millones de euros, una cifra demasiado relevante que podría llevar a los responsables de la planta de Balaídos a pedir cuentas a los operadores.

El decreto aprobado en febrero por el Consejo de Administración se basa en el artículo 132 del Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante que declara "servicio comercial" la carga y descarga de vehículos sin matricular. En virtud de esta normativa, las empresas, previa autorización de la Autoridad Portuaria, pueden manipular esa carga Ro-Ro con sus propios trabajadores. Con todo, la plantilla de la Sagep tendría el derecho de tanteo, es decir, prioridad a la hora de ofertar la tarea siempre y cuando la aborde a un precio igual o inferior.

Vigo es el único puerto de España junto al de Santander que gestiona terminales de vehículos. En Bouzas, al margen de la concesión de Zona Franca, tutela un recinto de 250.000 m2 donde operan tres empresas: Termicar, Bergé Marítima y Suardiaz. Este espacio concentra la mayor actividad portuaria -con más de 500.000 vehículos al año solo de las marcas Peugeot y Citroën- que genera a su vez el grueso del tránsito marítimo en Vigo. Y pese a todo esto, según el análisis contable elaborado por técnicos de Praza da Estrela, el puerto no saca ningún rendimiento económico. "Es más, nos da pérdidas", enfatizó Enrique López Veiga.

Una sangría económica cuantificada en un millón de euros al año, como recoge el informe presentado ayer a los consejeros de la Autoridad Portuaria. "¿Dónde está el problema? En que las tasas portuarias son muy bajas, por lo que habría que aumentarlas", razonó el dirigente de Praza da Estela. Y aun sin descartarlo por completo aseguró que de "ningún modo lo que pretende el Puerto es que este encarecimiento lo asuma el usuario más importante, que es PSA Peugeot Citroën", aclaró.

El sobrecoste en Bouzas, como ocurre en la terminal de contenedores, procede de la contratación de mano de obra a la Sociedad de Estiba (Sagep). Aunque a diferencia de cómo funciona en Guixar, donde los estibadores aún monopolizan la carga y descarga, en la terminal Ro-Ro las empresas puede esquivar a esta plantilla haciendo uso de la mencionada liberalización. "Se lo hemos dicho por activa y por pasiva. Es una cuestión de voluntad empresarial", recalcó López Veiga.

Servicio barato, recinto rentable

Así como mostró su disposición a invertir en Bouzas -incluso se propone aumentar capacidad de los silos- dejará de dedicar fondos al recinto si soporta pérdidas anuales millonarias. Por eso el dirigente portuario mostró su determinación con las dos opciones que se plantea para forzar a los operadores a trabajar conforme a las ventajas que le ofrece el citado decreto. "Por un lado, tenemos la posibilidad de subir tarifas y al mismo tiempo también vamos a hacer una llamada de interés a nivel internacional a ver si hay una empresa interesada en hacerse con la concesión. Una empresa privada que preste un servicio barato y que lo haga rentable. No es lo que yo deseo, pero hay que considerarlo y es una manera de espabilar voluntades dormidas", resumió.

El funcionamiento de la Sagep acaparó buena parte de la comparecencia de López Veiga ayer ante los medios. Comparte la argumentación del propietario de la terminal de contenedores, el empresario Eduardo Fernández Davila, quien señaló a la mano de obra de la estiba como el origen de los elevados costes que impiden a Vigo competir con puertos de inferior categoría como Marín. "El objetivo de Vigo no puede ser otro que la completa liberalización de los servicios portuarios", razonó.