Un aficionado fue condenado a seis meses de prisión y al pago de una multa de 300 euros por agredir a un agente de la Policía Nacional en los instantes previos a un partido en Balaídos. El acusado arrojó cuatro botellines de cerveza impactando en dos de los agentes, que sufrieron contusiones en las manos, cuando estos intentaban apaciguar a un grupo de seguidores.