Romper con "el viejo modelo de la anterior Diputación que trabajaba de espaldas a los concellos y al sector turístico" para diseñar una política turística que se desarrollará "de forma pensada y planificada, procurando el consenso con los ayuntamientos y el sector privado con el objetivo de convertir a las rías gallegas en un referente turístico nacional". Este es el gran objetivo del Plan Director de Turismo Rías Baixas que presentó ayer la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, acompañada por el vicepresidente del ente, César Mosquera; y el diputado delegado de Turismo, Santos Héctor. Un acto que se hizo coincidir con el Día Mundial del Turismo.

En la presentación ante alcaldes y representantes del sector turístico, Silva se mostró convencida de que, a pesar del gran éxito de visitantes obtenido este último verano y aún reconociendo que Pontevedra es ya el motor del sector turístico en Galicia, la provincia tiene todavía mucho margen para seguir creciendo, especialmente a la hora de diversificar y desestacionalizar su oferta. "Debemos estar convencidos de que nuestra provincia tiene grandes potencialidades porque estamos en una tierra privilegiada para el turismo, por las bondades que la naturaleza nos dotó, desde las rías hasta las islas casi vírgenes, una tierra verde, fértil, invadida por cursos de agua, por un mar prodigioso y la mejor climatología del norte de España", afirmó.

El patrimonio heredado desde la prehistoria con el megalitismo, pasando por los castrexos, la romanización, la arquitectura medieval y moderna, así como las obras contemporáneas son otros de los activos que destacó la presidenta, junto a una gastronomía sin igual que además cuenta "con interpretaciones que nos alinean en la vanguardia mundial". Factores que obligan a los pontevedreses a "no caer en la autocomplacencia ante esta coyuntura favorable", alejando al sector turístico "de unos retos que debe de afrontar" pese a este buen momento de forma.

Tras analizar las debilidades y fortalezas del turismo en la provincia, la Diputación concluyó que la "misión" del ente provincial "pasará por escuchar, acompañar y apoyar al sector turístico público y privado, desde el alojamiento a la restauración, la oferta complementaria y comercializadores, trabajando de la mano, uniendo intereses y también impulsando Rías Baixas como marca inclusiva de toda la provincia".

La presidenta anunció que la política promocional de las Rías Baixas quiere ir más allá del "tradicional sol y playa" para sumar el turismo urbano, el turismo de reuniones y eventos, el turismo cultural, el turismo de naturaleza, el enogastronómico, el náutico, el termalismo, el camino de Santiago -tanto el Portugués como el de la Costa-, los festivales o "cualquier otro producto en el que estén trabajando los operadores en la provincia".

Mercados prioritarios

Además, apostarán por una comunicación orientada a incrementar la presencia de la marca Rías Baixas en aquellos mercados "prioritarios". También se quiere incrementar la colaboración institucional con el resto de las administraciones implicadas en la promoción del turismo, especialmente los concellos, pero también con la Xunta y el Estado. Silva apostó por entablar una colaboración directa con los ayuntamientos del norte de Portugal que deben formar parte de un espacio y de una oferta común. "Solo juntos, participando y colaborando permanentemente, mano a mano, todos los agentes turísticos de la provincia e instituciones, conseguiremos convertir a Rías Baixas en un referente turístico a nivel nacional", aseguró. Fue incluso más lejos y apostó por "aumentar nuestra presencia en el exterior" llevando la oferta turística de la provincia "a todos los rincones del mundo, hay que ser ambiciosos".

Por último, este plan director (que derivará en un plan estratégico que ahora comienza a fraguarse con encuentros con concellos, el sector privado y otras administraciones) hace hincapié en la necesidad de continuar avanzando en la "digitalización de los servicios", y apuesta por la formación de los profesionales del sector.