Miles de personas se acercaron a lo largo del día de ayer al parque de Navia para disfrutar de las diferentes actividades que durante toda la jornada ofrecieron los organizadores de la quinta edición de la Vicus Spacorum, que congregó a un público de todas las edades que, en muchos momentos, fue partícipe de las recreaciones y de los juegos programados.

Bien temprano arrancó la jornada, y es que a las 10.00 comenzaron los I Juegos Deportivos Vicus Sparcorum, orientados a un público más adulto y en el que se recreaban las antiguas competiciones romanas. Sin tiempo para descansar, y con el objetivo de que los asistentes recargasen las pilas desde el comienzo de la jornada, a las 11.00 abrió sus puertas el tradicional mercado romano, en que se suministra comida y bebida al público con la finalidad de que puedan pasar en el recinto el máximo número de horas posible sin tener que desplazarse para comer.

El goteo de gente fue constante durante toda la mañana, y es que las diferentes propuestas musicales, con gaitas y tambores, invitaban a los asistentes a acudir en masa al lugar para participar en unas jornadas que te teletransportaban al Imperio Romano.

La jornada matinal estuvo especialmente orientada para los más pequeños, con diversos talleres en los que podían aprender a manejar las armas típicas que se utilizaban en la época romana, así como aprender cosas básicas de su carismático ejército.

Apasionados romanos

Entre los asistentes al evento estaba Santiago De Vicente, un enamorado de la historia romana y un habitual en la Vicus Spacorum. "Desde que me enteré de que existía, no he faltado a ninguna edición", reconoce. "Además de lo que te pueden enseñar en un instituto, he estudiado por mi cuenta todo lo referente al mundo romano, sus ejércitos, sus costumbres... me encanta todo esto", señalaba mientras blandía una de las espadas con las que se realizan las demostraciones.

A su lado estaba Olivia, su hermana, que también es repetidora en la Vicus Spacorum. "El amor por el mundo romano viene de nuestro hermano mayor, y ahora, todos en casa estamos enganchados", indica la joven, perfectamente vestida para la ocasión. "Ya que vengo, que menos que ambientarme para el evento", señalaba.

Ya en la sesión vespertina, y tras una gran churrascada que se preparó en el mercado romano, el parque de Navia se comenzó a llenar de visitantes para presenciar algunos de los platos fuertes del fin de semana, siempre ambientados con música tradicional romana.

Los más pequeños volvieron a ser protagonistas con la actuación del Payaso Cicirro y con las charlas sobre medicina romana y sobre los diversos tipos de peleas de la época.

Ya a las 19.00 llegaron las esperadas bodas celtas. Los interesados, casados o no, realizaban un ritual celta, acompañados de un druida, de música con arpa y demás caracterizaciones en una ceremonia en la que la finalidad era refrendar su amor. Como en otras ediciones, el éxito de esta actividad fue total.

En el lugar estaban dos hermanos lucenses, veteranos ya en la Vicus Spacorum y que además participaban en algunas de las representaciones del día. "Nos encanta todo lo romano y no dejaremos de venir mientras siga existiendo este precioso evento", señalaban.

Ya por la noche, y bajo la luz de las estrellas, la jornada finalizó con Acto seguido hizo acto de presencia la tradicional queimada celta, muy requerida entre el público congregado y ya a medianoche, el culto al Dios Vulcano puso el punto y final a la jornada.

Para hoy, la Vicus Spacorum arrancará también a las 10.00 de la mañana con los Juegos Deportivos Romanos y se alargará durante todo el día con diferentes actividades para todos los públicos.