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La primera vista de Las 5 Jotas tras la fuga del cabecilla se celebra al declararlo en rebeldía

-José Manuel Costas está en paradero desconocido desde hace más de dos meses -El fiscal solicita 18 meses de prisión para un empresario que recibió facturas falsas hace una década

La primera vista oral de la megacausa del fraude fiscal que estaba señalada en la agenda judicial tras la fuga de José Manuel Costas Estévez, jefe del grupo empresarial Las 5 Jotas, se celebró ayer sin contratiempos. Y es que la desaparición del cabecilla de esta trama no parece que vaya a ser un hándicap para seguir adelante con el proceso y completar la decena de juicios que todavía restan por llevarse a cabo. Eso sí, con la inevitable ausencia del que es un protagonista clave del caso. El prófugo, que acumula varias órdenes de busca y captura, ha sido declarado en rebeldía: esto permite juzgar al resto de acusados, mientras que en el caso concreto del empresario huido se le suspende el procedimiento de manera que, en el hipotético escenario de que se diese con él, después sería juzgado por separado. Frente a la situación de José Manuel contrasta la de su hermano Jacobo, también condenado y que, en su caso, sí ingresó en prisión para cumplir la pena. Él sí compareció ayer en la sala de vistas, tras ser trasladado desde el penal: tras no haber designado abogado en el plazo establecido, se le asignó uno de oficio.

Además de Jacobo, en el juicio fijado para ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo también se sentó en el banquillo de los acusados el empresario L.P.L.E., miembro del consejo de administración y representante legal de Ibérica de Construcciones Civiles y Servicios Inmobiliarios, así como de Prefabricados Castelo S.A., dos empresas ya extinguidas. Los hechos se remontan a hace ya una década, en 2006. Para conseguir una reducción de las obligaciones tributarias de la primera de las sociedades, este hombre concertó "directa o indirectamente" con José Manuel Costas que se le entregasen facturas ficticias por valor de más de 415.000 euros. Unos gastos ficticios que, relata la Fiscalía, fueron computados como "gastos efectivos en las declaraciones tributarias" efectuadas por dicha empresa y que dieron lugar a un fraude fiscal de 120.248 euros.

Paralelamente, también se descubrió que en la declaración tributaria de la otra firma, Prefabricados Castelo, se incluyeron "de modo deliberado", prosigue la acusación pública, "conceptos inexactos" para alterar su resultado, consistentes en este caso en la omisión de ingresos "mediante el procedimiento de consignar pasivos". En este caso, la cuota defraudada con relevancia penal superó los 600.000 euros.

En su escrito de calificación provisional el fiscal solicitaba para el empresario 6 años de prisión y multas que sumaban más de 1,4 millones de euros. Pero dado que el acusado abonó antes del juicio la totalidad de las cantidades defraudadas, se le aplicó la atenuante de reparación del daño, lo que llevó finalmente al Ministerio Público a reducir su petición: la solicitud es de 18 meses de cárcel y sanciones económicas. En el caso de Jacobo Costas, la petición efectiva es de un año de cárcel y multa de 121.000 euros.

Más procesos

Esta semana hay otros tres juicios señalados en relación con esta megacausa. En todos ellos también debería estar sentado en el banquillo José Manuel Costas, por lo que, salvo que por algún motivo se produzca algún aplazamiento, también se celebrarán previa declaración de rebeldía del responsable de Las 5 Jotas. Y lo mismo ocurrirá, salvo que el empresario sea localizado antes, con el resto de vistas orales hasta agotar todas las derivadas del caso. Una de las más importantes que quedan es la relativa a la trama bancaria de este fraude fiscal con facturas falsas.

Al jefe del grupo empresarial vigués se le perdió la pista hace ya más de dos meses y medio. José Manuel desapareció cuando se le empezaban a acumular los requerimientos para ingresar en A Lama para cumplir los seis años máximos de prisión por esta causa. Hasta ese momento, en el que nunca faltó a las decenas de juicios que ya se habían celebrado, intentó por medio de recursos e indultos evitar el encarcelamiento sin éxito.

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