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"Cuando vi a mi mujer en el suelo del tren pensé que había muerto"

Nueve heridos del accidente de tren de O Porriño siguen hospitalizados. Otros dos reciben el alta

Fred y Susan Shinkle en la habitación del Álvaro Cunqueiro. // N.A.

Procedentes de Connecticut (EE UU), Fred y Susan Shinkle estaban disfrutando de sus vacaciones en España y habían llegado a Galicia tras visitar ciudades como Barcelona o San Sebastián. Su intención era viajar hasta Oporto y desde allí ir a Lisboa, pero sus planes se truncaron el viernes. "Íbamos a pasar tres días en Lisboa y al final los vamos a pasar en el hospital", dicen desde la habitación del Álvaro Cunqueiro, donde permanece ingresado Fred.

Al contrario que su marido, Susan -profesora universitaria de música y cantante mezzosoprano- no tuvo que ser hospitalizada, por lo que los responsables de Renfe gestionaron su alojamiento en un hotel de la ciudad. Desde allí acude a diario a visitar a su esposo -operador del servicio 211 para servicios comunitarios esenciales de EE UU-, ingresado con una pierna rota y que, se prevé, será dado de alta el miércoles.

-¿Qué recuerdan del accidente?

-Susan: Viajábamos en el segundo vagón. Mi marido se levantó para ir a hablar con un amigo y de repente escuché un gran ruido. Me recordó a un accidente de coche y pensé: "Oh, no, cómo puede estar pasando esto". Sentí un gran golpe y luego perdí el conocimiento durante unos minutos.

-Fred: Cuando la vi en el suelo y vi que no se movía, pensé que había muerto.

-S.: Cuando recuperé el conocimiento, empecé a decir cosas sin sentido. Pero entonces alguien me dijo que mi marido tenía la pierna rota y volví en mí.

-F.: Yo recuerdo un primer golpe inicial y luego una sucesión de impactos. Salí despedido pero la pierna derecha se me quedó atrancada en el reposapiés. Se me cayeron las gafas y no podía ver, aunque luego alguien las tenía, no sé cómo. Estaba muy asustado, no sabía qué iba a pasar después.

-Considera que el tren iba muy rápido antes del accidente?

-F.:Honestamente, no puedo saberlo.

-¿Cómo fue el rescate?

-F.: Fue cuestión de minutos. Yo sentía que no podía caminar y ya notababa que tenía la pierna rota. Fue la Guardia Civil quien me sacó del vagón y los servicios de emergencia me llevaron hasta la estación. Allí estaban ya los médicos haciendo el triaje. Me trajeron rápidamente en ambulancia al hospital y me metieron en la sala de rayos X para confirmar la fractura. La atención que estamos recibiendo en el hospital es muy buena.

-¿Considera, entonces, que hubo una buena organización?

-F.:De verdad creo que sí. De joven trabajé de operador en el teléfono de emergencias 911 y, por lo que sé por mi experiencia, actuaron muy bien sobre el terreno, derivando a la gente muy rápido al hospital. En estas situaciones tienes que estar tranquilo y centrado para atender bien a la gente.

-¿Cómo se encuentran ahora?

-S.: Me golpeé en el ojo, pero en el costado solo tengo rozaduras porque caí sobre el equipaje. Pensaron que me había roto el cuello, pero me hicieron un escáner y no. He tenido suerte. Hemos tenido suerte [le coge la mano a su marido].

-F.: Debido a la fractura en la pierna, tengo que volver a EE UU en un avión con camilla. Me han dicho que habrá una enfermera conmigo todo el camino. Mañana [por hoy] me confirman si me voy el miércoles. Me llevarán vía Madrid y luego haremos conexión en una gran ciudad, pero todavía no sé el itinerario exacto.

-¿Han recibido visitas?

-S.: Los responsables de Renfe han estado con nosotros y también vino el ministro de Fomento a preguntar cómo estábamos.

[Grandes aficionados a viajar -"ella podría ser agente de viajes", bromea Fred-, esta no era la primera vez que visitaban España].

-S.: Ya habíamos estado en 2004, tras el atentado terrorista. Visitamos Madrid, Sevilla, Granada... Desde Algeciras queríamos ir a Marruecos pero identificaron a seis terroristas y cerraron la frontera. Hemos vivido muchas experiencias que no elegimos pero que nos ha tocado vivir.

-F.: A nosotros nos viene bien hablar de esto para no guardárnoslo dentro.

-¿Volverán a Galicia?

-F.: Por supuesto. Es una preciosa parte del mundo. Nos gusta viajar y conocer a gente con distintas experiencias vitales. Es una gran manera de entender que todos somos iguales, que todos tenemos familias a nuestro cargo y que, en el fondo, lo que queremos es tener una buena vida.

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